Yaoi Fantasy World
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Yaoi Fantasy World

un foro donde hablar del yaoi

Bienvenidos
con los cambios que hay este foro no es un foro de descargas solo una comunidad para hablar del Yaoi
Últimos temas
» Holaa,personaje porfavor)!!!! : 3
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyJue Jul 04, 2013 1:29 am por Yuu

» hiiiiiiii!peticion para personajeee!!!!
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyMiér Mayo 29, 2013 2:09 am por Miku-hatsune

» pido a lelucho neko (uke)
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyMar Oct 09, 2012 12:30 am por kazbeel

» ohayo mina XD
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyMiér Mar 28, 2012 10:34 am por mizuki

» Cambios en el foro
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyJue Feb 16, 2012 10:18 pm por Yumiko

» Nosotras no somos un foro de descargas.
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyMiér Feb 01, 2012 2:50 am por Yumiko

» Deseo ser Sawada Tsunayoshi de Katekyo hitman Reborn
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyDom Ene 22, 2012 11:09 am por natzen

» Incestuoso poema de amor
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyVie Mar 11, 2011 5:42 pm por Iori Yagami

» comenta Hello my love:
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita EmptyDom Ene 16, 2011 6:19 pm por Yumiko

AFILIANOS
Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 3708332379_2327568234_o
Código:
<a href="http://yaoifantasyworld.forosactivos.net"><img src="http://farm4.static.flickr.com/3485/3708332379_2327568234_o.gif" alt="" /></a>
Afiliaciones
Fansub de Mangas:Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 4336644096_36887c4a43_o ..:::.Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 37e3e4a2ab480fb1Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Banner2Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 3676256933_1807bbd75c_t
Fansub de Animes: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 53tqhjTaiyou no Namida - Haru wo Daiteita Ban2AKFTaiyou no Namida - Haru wo Daiteita Botonkgf01Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Ainoom10
Fansub de live action.Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 435ab6243f5d943bd40742cui2Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita 3709837571_7bd0a20359_o PAGINAS AMIGAS Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Boton Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Ncdxq9 Mundo Yaoi

MusicPlaylist
Music Playlist at MixPod.com

No estás conectado. Conéctate o registrate

Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita

4 participantes

Ir abajo  Mensaje [Página 1 de 1.]

1Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Miér Sep 17, 2008 4:30 pm

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

Taiyou no Namida


Género: Histórico/Romance
Advertencias: Lemon
Personajes: Katou & Iwaki

Resumen:

"En vez de la lluvia que cae, los amantes pudieron ver las lágrimas del sol..."

Iwaki cerró el libro de poemas.

Se encontraba conmovido y emocionado.

En ese momento Katou entró a la habitación.

Y sus miradas se encontraron.

¿Eran entonces amo y esclavo como siempre lo habían sido?

O su relación estaba a punto de cambiar para siempre.



Capítulo I: El Príncipe de Taiyou no Cho


Sobre las cañas de bambú que se doblaban al pasar la brisa, se elevaba el palacio de madera conocido como el "Taiyou no Cho", símbolo del poder de la familia Iwaki.

Testigo del comienzo de la era feudal gozaba de gran popularidad por sus bailes, su exquisita comida, la calidez de los anfitriones y sus bellos muchachos.

En efecto, en el Taiyou no Cho se hallaban los jóvenes más atractivos de todo el imperio.

Algunos decían que el mismo dios Tsuki Yomi (Luna) había bajado encantado por una doncella y de su amorosa unión habían procreado una casta de perfectos descendientes.

Quienes venían periódicamente de la capital daban fe sincera de ello.


Los gobernantes del palacio felices y prósperos se envanecían secretamente de las habladurías que atraían cada vez a más y más nobles a su limitada corte y elevaban su posición.ç

En esta cadena ascendente lo más importante era la elección matrimonial.

Todos los hijos principales, herederos del Taiyou no Cho lograron casarse con personajes de alcurnia, familia del emperador...

La hermosura era su dote privilegiada...

Y los padres ya proyectaban el camino que debía seguir Iwaki Kyosuke, el Elegido del clan.


Justamente, presionado por los asuntos familiares y agobiado con las preocupaciones de la llegada de su futuro prometido, Iwaki se distraía mirando los peces del estanque.

De pie, sobre el puente de madera roja, Iwaki suspiraba sin prestar atención al mundo que le rodeaba.

¿Era Iwaki una belleza?

Si hablamos del exterior la respuesta era absolutamente afirmativa.

De cabellos negros como el pecado y muy finos ya los poetas le habían puesto mil preciosos sobrenombres a causa de ellos.

Su piel muy blanca y transparente era la ambición de muchos extranjeros que venían de visita sólo para, entre bambalinas, poder observarle en secreto.

Los ojos rendían con su mirar fogoso a todo aquel que tenía la fortuna de cruzarse con ellos...

... y quienes lo hacían pasaban los días callados y mudos, sellados por el hierro de su mirada.



Vestía el heredero un traje largo de color azul con flores celestes que caía libremente hasta el piso.

Sus mangas grandes y anchas eran cómodas y sus brazos blancos podían verse alternativamente entre la tela de la mas fina seda.

Para adornarse llevaba un sencillo amuleto en el cuello con una piedra de jade blanco.


Ahora bien, si la belleza interior está dictada por las cualidades humanas, Iwaki seguía siendo bello.

Era generoso y procuraba ser justo...

Aunque en su crianza, su madre había puesto mucho de mezquindad y diferencia tal y como era necesario para su espíritu noble.

Le acusaban de altivo quienes no estaban lo suficientemente cerca para saber lo sensible que era.

Además gustaba de la literatura y las artes, así como de los bailes y tocar los instrumentos.

Para la madre era la ficha de un juego importante.

Un joven como él debía realizar un matrimonio exitoso.


El problema era que hasta entonces, por más fascinados que hubiesen estado sus pretendientes, Iwaki había sido rechazado ya por dos de ellos.

Era duro para el Taiyou no Cho que un heredero les fuese dejado así a vísperas de preparar las bodas.

Y más aún cuando no había razón alguna para ello.


El tercer pretendiente de la temporada estaba a punto de llegar.

Iwaki se dijo que no soportaría ser rechazado una vez más.

Sentía su orgullo y el de su casa heridos por la repentina decisión de esos aristócratas.

"Acaso... no soy bueno para ellos... no he aprendido todo para complacer a mi futuro esposo... qué mas puedo hacer"


Seguía mirando los peces en medio del mediodía estival.



- Pero qué interesante... mirar los peces dorados... cuando el maestro de danza está que te busca como loco por todo el palacio...

La voz burlona lo sacó de sus reflexiones.

Iwaki levantó el rostro y se encontró con el de su esclavo dotal.

Hace tiempo que le molestaba la forma tan familiar en que Katou se dirigía a él.

En su infancia habían sido muy amigos y habían compartido todo. Sin embargo a partir de su adolescencia le habían explicado las diferencias que existían entre ellos y estaba un poco avergonzado de esa antigua proximidad.

Sin embargo, Katou a pesar de los años no había cedido ni un centímetro de su trato.

No importaba cuanto se lo repitiese ni las continuas peleas que se establecían entre ambos.

Para Katou, Iwaki continuaba siendo su amigo más que su amo.

Como esclavo dotal debía acompañarle como regalo de bodas al nuevo esposo, así que ni siquiera esta situación proyectaba separarlos.



Iwaki, enfadado posó esa mirada que hacía a los demás inclinar la cabeza sobre él sin resultados.

- Esclavo impertinente... cómo osas interrumpir los pensamientos de tu señor...

- Mi señor anda pensando en los peces y no creo que eso sea bueno para su salud... ya ve cómo me preocupo por el...

La sonrisa escondida y la voz, imitación de una respetuosa advertencia, sacaron a Iwaki de sus casillas.

Se veía que con respecto a Katou su autoridad andaba por los suelos.

- ¡Ya te he dicho que te des cuenta de tu posición! ¡Por qué no lo comprendes!

- Ohhh alguien se está empezando a enfadar... y sus arrugas no le harán bien al heredero del Taiyou no Cho... quién querría a un esposo tan severo desde el principio...

En vez de romper en exclamaciones, Iwaki se quedó en silencio.

Katou, preocupado por la mirada de tristeza y la actitud del moreno se acercó.

- No quise...

Iwaki le dio la espalda dirigiéndose hacia la puerta lateral.

Katou no deseaba dejarlo partir así y le tomó de la mano apretándola.

- Cualquiera que no se quiera casar contigo es simplemente un idiota... y no vale la pena que te entristezcas por él, Iwaki Kyosuke...

Luego le soltó por que sabía la cantidad de reproches que esa simple acción le acarrearían y echó a correr hacia las caballerizas.

Iwaki sintió algo de nostalgia por la mano apretada y se quedó con esa sensación.

"Me he sonrojado... pero qué... estúpido Katou... estúpido criado... como siempre, haciendo lo que le viene en gana..."


Al traspasar la puerta se encontró con su madre.

Luego de la inclinación Iwaki iba a empezar a hablar.

- Katou...

Fue la primera palabra que dijo.

Se sorprendió de decirla frente a su madre y de que en su inconsciente estuviese tan grabada esa palabra como para reptirla maquinalmente.

La madre le dirigió una seña de reprobación.

- ¿Sucede algo con Katou? - preguntó mientras abría el abanico violentamente.

Iwaki se sentía incómodo.

¿Cómo explicar algo que para él también era inexplicable?

Los minutos corrían y sentía que no tenía nada que decir...

2Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Miér Nov 05, 2008 4:43 pm

Laila

Laila

waa me encantaa I love you I love you
el fic me a llegado I love you

3Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Miér Nov 05, 2008 10:06 pm

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

n.n estaba esperando un comentario para continuar jijiji.

Gracias.

Capítulo II: El Esclavo de Taiyou no Cho


Mientras el peine bajaba por las crines del caballo, Katou pensaba en las tareas diarias.

O mejor dicho intentaba enfocarse en ellas.

Por que sus ideas se iban rondando a su imperioso señor.

Le preocupaba últimamente la actitud meditabunda de Iwaki y sus paseos solitarios.

"Está demasiado afectado por esas tonterías..."

"Y con la víbora de madre que tiene no lo estará pasando bien..."

"Pero si no es culpa suya... por qué tiene que tomárselo todo a pecho... qué dramático... mph... debería relajarse un poco..."

"Y esos ojos... Iwaki..."

Recordó el momento en que se quedó callado.

"Sólo era una estúpida broma...no tenías que ponerte así..."

Lanzó un suspiro largo acomodándose los cabellos desordenados por el ejercicio.

Luego sintió que la mano le quemaba.

La abrió y cerró varias veces sintiendo aún el perfume de Iwaki en ella.



Las muchachas que traían el agua en cántaros para la cocina se quedaron mirándole y secretearon.

Sus risas se escucharon hasta donde el criado proseguía su labor.

Katou apenas levantó la vista para saber quiénes eran.

- Idos, estoy muy ocupado para jugar con ustedes...

Ellas rieron y se sonrojaron.

Luego se marcharon corriendo sutilmente dejando un regero de agua clara por el camino.



"Pero qué descuidadas... seguro que las reñirán por desperdiciar así las vasijas..."



Para los criados de la casa, Katou era simplemente delicioso.

Su personalidad franca y abierta, su blanca sonrisa y sobre todo la confianza con la que veía el futuro hacían de el un joven en extremo popular.

Hasta el momento, tanto los maestros particulares de Iwaki como los sirvientes íntimos habían caido bajo el encanto de su sinceridad.

Y le enseñaban algunas cosas vedadas para los esclavos.



Siempre sentía un par de ojos siguiéndole dentro y fuera de la casa.

No era culpa suya.

Sino de los cabellos rubios y cortos que le daban un aspecto de amante salvaje aumentando la fama de su natural sensualidad.

Incluso cuando dormía después de comer, Katou seducía a quienes se quedaban en las caballerizas limpiando el heno.

Sus poses tornábanse provocativas y a menudo tenía una legión de personas espiando ansiosamente sus sueños.

Si él lo hubiese querido, habría encontrado rendidos amantes para cada noche de pasión.

Pero no solía tomar en serio los comentarios ni las provocaciones...

Para él sólo contaba el servicio a Iwaki, la vida sencilla y algo de vino secretamente escamoteado de la alacena del palacio.

Siempre bronceado y activo se le veía en diversas tareas durante todo el día.

Domando caballos nuevos para Iwaki.

O levantando cajas llenas de libros que llevaba a su dormitorio.

Cuando el sudor se escurría por su piel y el sol le acariciaba, las doncellas y los muchachos recaderos se sonrojaban tremendamente...

Hubo una vez que una digna matrona de la capital intentó ofrecerle dinero por una noche de romance.



Katou se encogía los hombros, guiñaba un ojo pícaro y se dejaba querer sin contratiempos.

Como era discreto no comentaba estas escenas con otras personas y no gustaba de las reuniones.

Huérfano, recogido por los Iwaki y sin noticia de sus padres ni seña que lo identificara, el esclavo servía en cuerpo y alma a la famila protectora.
Peinaba al caballo con cuidado mientras recordaba estas cosas cuando escuchó el grito.


La ama de llaves, la señora Kuchiko Michiyuki abofeteaba a las chicas por derramar el contenido de sus vasijas.

De alguna manera Katou se sentía responsable por su distracción así que fue a ayudarles.

- Heyyy Michi-chan... pero qué malos modales tienes...

La dama le mostró el puño amenazante.

- No hay por qué molestarse, Michi-chan... una mujer tan linda como tú, poniéndoselo difícil a unas criaturas...

- ¡Le acusaré con el señor...! ¡Otra vez está metiéndose en lo que no le importa! ¡Katou...!

- Así, molesta, te ves más linda, Michi-chan... venga, déjame resolver el problema... yo traeré el agua... pero no te pongas violenta con las niñas.

Katou tomó una vasija grande y fue a llenarla, trayéndola sin contratiempos.

Las jovencitas se dedicaron a meterla en la casa inclinándose varias veces en señal de agradecimiento.

- Ya está... ahora háganle caso a la señora Kuchiko, cuando quiere es un demonio, pero cuando está de buenas es un ángel...

La dama protestó a medias casi ablandándose.

- Te han criado muy mal, eres un respondón y un consentido... no imagino cómo el señor Iwaki puede contentarse contigo...

- Es por mi buen corazón...

Llegaron dos criados altos con varas en la mano y el rostro del ama de llaves se nubló.

Katou volvió a encogerse los hombros.

- De modo que ha vuelto a quejarse... no hay nada que hacer... está hipersensible... ahhh todo lo que tengo que soportar..

Los envarados lo llevaban a aplicarle el castigo por su desobediencia.

Kuchiko dio un paso adelante.

- Ustedes dos... no le den demasiado fuerte... y no le golpeen en la cara... que lástima... un chico tan guapo que deba ser castigado así...

Katou continuó como si sólo fuese a conversar con los otros.



La señora Kuchiko fue a ver si ya estaba lista la comida.

"Seguramente lo ha ordenado la madre... ella no soporta ver a Katou... y mientras más pase el tiempo será mucho peor para él... pobre muchacho... pobre... pobre..."



Iwaki estaba sentado en sus habitaciones.

Acababa la lección de música y debía empezar la de baile.

Para la recepción de su nuevo consorte estaba practicando una danza muy especial.

Y a pesar que los movimientos parecían sencillos, se estaba esforzando.

De camino al salón del Bosque Blanco, su favorito, escuchó que su madre hablaba con la encargada.

- ¿Fueron a darle su correctivo?

- Sí, mi ama...

- ¿Doscientos varazos de bambú?

- Sí, mi ama...

- Está bien... hasta ahora no convenzo al señor de que le aparte de nuestro hijo... ese miserable...

- Si ama...

Apenas terminó de oír, Iwaki fue corriendo hacia el paredón de castigos.

"Katou... yo... no tenía que decir... y..."

Le había contado a su madre que el rubio había vuelto a ser osado con él.

No era lo que pensaba pero fue su única salida.

"Es injusto... no pueden tratar a los criados como si fuesen animales... y Katou... no ha hecho nada malo..."



Tirado en el piso luego de recibir los golpes, Katou respiraba con dificultad.

- Estás bien...

- Miren a quién tenemos aquí... el pequeño Iwaki... ¿no has llegado un poco tarde para el espectaculo?

- No he venido a verte... sólo... pasaba por aquí...

- Claro... el paredón de castigos es tan hermoso... sobretodo cuando tienes todo un jardín de loto en el ala derecha de la casa...

- Tú...

- Pues no... no he aprendido nada... ni siquiera a llamarte señor... no importa cuantas veces me mandes a golpear, yo resistiré y seguiré siendo tu amigo...

- Un criado aficionado al sufrimiento... qué triste... sólo deseas dar lástima...

Iwaki, lejano otra vez al comprobar que Katou estaba bien, iba a abandonar el lugar.

- Yo soportaré todo lo que tenga que soportar, Iwaki kun...

- Por qué sigues hablando tonterías... quién te ha pedido que te hagas el mártir...

- Por que eres mi único amigo... por eso seré muy terco contigo... y no te abandonaré...

Iwaki ya se alejaba haciendo un gesto de que nada le interesaba lo que Katou dijese.

Pero tenía una leve sonrisa en su rostro.



El rubio fue a lavarse y así, con las gotas escurriendo entre sus cabellos, hombros y espalda, fue a ocupar su lugar de espectador en los ensayos privados de Iwaki.

El compañero de baile de Iwaki se hallaba indispuesto y el maestro no encontraba una solución.

- Tendremos que cancelar la práctica.

Iwaki, vestido con un traje blanco algo revelador, negó con la cabeza.

- Queda poco tiempo para la llegada del señor Taira. Necesito que esto salga perfecto... el futuro de Taiyou no Cho depende de mi matrimonio...

El viejo sensei, cruzado de brazos meditaba...

Abrió los ojos señalando al rincón.

- Y tú, Katou... no podrías acompañar al señor Iwaki sólo por hoy...

- Depende... - dijo este sin moverse y con la luz de la lumbre apenas tocándole - ... qué es lo que se tiene que hacer...

- ¡Por supuesto que no! ¡Un rústico ignorante que no entiende la belleza del baile! ... pero qué deshonra... cómo se le ocurre semejante idea...

Katou se puso en pie tranquilo y el agua seguía paseando por su cuerpo haciendo callar por un segundo a su amo.

- Cuidaaado... puedo ser lo que sea pero no soy torpe... he visto todos tus ensayos y creo que no es tan difícil la cosa... puedo intentarlo... si quieres...

- Si depende de mí... no...

El maestro se inclinó.

- Recuerde... es el destino de todo el clan...

Iwaki volteó el rostro altaneramente.

- Sólo un momento... ya veremos lo ridículo que te ves... aprenderás a oír a quienes están por sobre ti...

El rubio se colocó detrás de su amo listo para empezar.

Así, desde su ángulo podían verse las curvas del cuerpo de Iwaki bajo el traje blanco.

La espalda fina y los hombros torneados...

Katou lo había visto desnudo infinidad de veces... pero ahora por alguna razón sentía que era diferente... muy provocador...

Su aliento a la altura del cuello de Iwaki empezaba a arder dentro del moreno quien sentía su cuerpo reaccionar automáticamente a la presencia del esclavo.

"Él no es una persona... es un objeto... no es como si estuviese bailando con un hombre..."



Empezaron sus movimientos, siempre Katou parecía un iman poderoso para Iwaki.

"No es un hombre..."

"No lo es..."

"Es una cosa de mi propiedad..."

El rubio, contra todo pronóstico le acompañaba maravillosamente.

En uno de sus cruces, al verlo, Iwaki se sorprendió de lo guapo que se veía con los cabellos húmedos y el sencillo traje rojo abierto sobre el pecho.

Se mordió imperceptible los labios conteniendo las ansias que empezaban a nacer...

Su sincronía era tal que se diría que respiraban al mismo tiempo.

El ritmo de Katou seguía las caderas de Iwaki.

Éste se sonrojó.

Había leído hace tiempo en los libros prohibidos que un hombre que comprendía a su pareja en la danza, seguramente era fenomenal en los placeres sexuales.

Asociando esa imagen a lo que estaban haciendo, se distrajo y estuvo a punto de caer.

Katou le sostuvo sin dejar de bailar.

- Continuemos...

La figura final los acercaba demasiado y el amo pensó que sería besado.

"Katou va a ..."

No se apartó ni un milímetro...



El maestro aplaudía.

- Lo habéis hecho de maravilla amo... ha estado excelso... antes, cuando practicaba con el ayudante su rostro se veía contrariado y presionado, pero hoy se ha abandonado a la fuerza del baile y lo ha comprendido a cabalidad...

Katou ya se retiraba a dormir.

- Ve a las caballerizas - ordenó Iwaki molesto.

- ¿Ni siquiera me levantarás el castigo por haberte ayudado en esto de la danza?... que duro eres Iwaki kun...

- Solo lárgate... y no me desafíes...

El maestro también se inclinó para salir.

- Sensei... en serio... me veia tan bien el día de hoy...

- Entregado por completo... y muy relajado...

- Puede irse...



En su habitación, Iwaki se apoyó sobre el tatami algo confundido.

Katou le causaba muchos sinsabores...

Ya no era un chiquillo...

Se había convertido en todo un hombre...

El moreno evocaba los brazos fuertes y el pecho firme de Katou.

Su rostro con los cabellos azabache sobre los ojos, parecía entregado a un delirio amoroso.

Quemaba...

Él mismo deslizó sus manos sobre su cuerpo bajándolas al compás de su respiración.

Bordeaba su intimidad...

Y seguía pensando en el baile.

Estaba completamente excitado con esa proximidad...

Fue fácil complacerse a sí mismo en medio de la oscuridad.



Antes de quedarse dormido se sintió perturbado y avergonzado.

"Imaginarlo... es tan vergonzozo..."


Se prometió olvidarse del asunto y sólo ocuparse en conquistar al señor Taira. Eso era lo que debía captar toda su atención. Lo otro... era un breve delirio que tenía que terminar...

4Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty .. Vie Nov 14, 2008 1:38 pm

Laila

Laila

waaa *0* que pasara entre esos dos!! :D
de verdad, que me encanta esta historia!!
estos dias estoy resfriada y no te e podido comentar a tu fic antes!!
pero siguee!!
besos

5Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Vie Nov 14, 2008 11:13 pm

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

n.n gracias mil por seguir la historia n.n
------------------------------------

Capitulo III: El ángel del sol


Iwaki se mantuvo despierto hasta el amanecer.

Los rayos del sol naciente se reflejaron en su rostro y se percató de todo el tiempo que había transcurrido.

Incrédulo salió a ver el amanecer desde su alto balcón.

Una fuerza misteriosa empezaba a mover sus hilos sutiles quitándole la antigua paz y tranquilidad. En vez de eso dejaba un oscuro dolor, que, a su pesar, no deseaba que le fuese arrebatado.

"Estoy haciendo este asunto más grande de lo que en realidad es..."

El viento jugueteaba con los cabellos azabaches.

Sus ojos buscaron la respuesta en el cielo.

"Bailar a su lado... escuchar algunos descuidados susurros... no le hacen otro... siempre será Katou... el esclavo..."

Llamaron a la puerta.

-------------------------------------------------

Katou sintió el pecho oprimido cuando fue a despertar a su amo junto a la pequeña corte.

Estar con Iwaki en el salón de danza la noche anterior lo tenía transtornado. La magia de sus pasos y la comprensión de sus cuerpos fue maravillosa. Pero no podía definirla con palabras.

Repasaba en los grabados de las garzas la blancura de su piel, y la gracia al mover la cintura y las caderas. Estaba tan cerca que su perfume de cerezo de nieve se le impregnó en el cuerpo y a solas, en el establo, se olió a si mismo buscándolo.

Katou intentaba saber cuándo el niño débil, puro y enfermizo que él había conocido, se convirtió en un soberbio heredero.

No lo había visto de otra manera... pero luego del baile fue como si un ciego hubiese recuperado la vista...

Y todo lo que veía a su alrededor era la deslumbrante presencia de Iwaki-sama.

Ante él pretendió fingir que no estaba sucediendo nada extraño, sin embargo experimentaba una rara timidez. Evadió sus ojos, se inclinó como el resto de criados, fue por sus efectos de limpieza.

El moreno seguía disimuladamente su trayectoria en la habitación, consideraba esta nueva actitud un desaire a sus secretas esperanzas de tenerlo cerca y se sentía despechado.

"Solo falta que un criado me rechace también"

"No se trata de rechazar... sólo está enfadado por dormir sobre la paja... es altivo... y solo piensa en desafiarme...además que otra podría ser nuestra relación..."

Katou mantenía su distancia. El resto de jóvenes le entregó las ropas que Iwaki tendría que vestir.

- Prepare a su Alteza.

Salieron en procesión lentamente.

El silencio era pesado y bastante incómodo.

- Debo vestirlo... - se aventuró a decir el rubio.

Iwaki hizo relampaguear sus ojos sobre él.

- Y esa actitud nueva... por fin has decidido convertirte en una persona razonable...

Katou se reprimió de contestar, apenas hizo un breve mohín con los labios. Iwaki prosiguió - ... desde la cuna a la tumba siempre fuimos diferentes, sólo tenías que darte cuenta...

Esta vez el esclavo frunció el ceño.

El amo se enfadó. A pesar que exigía públicamente esa conducta, en secreto se le antojaba Katou como un hombre falso.

"Katou... tú no eres así... no necesitas caretas como los demás..."

El sol, a sus espaldas continuaba su ascención a los cielos.

Y le otorgaba a Iwaki el brillo de un angel.

A contraluz le hacía luminoso y divino.

- Para demostrar que eres un sirviente fiel, besarás mi pie tal y como lo hacen los demás, demostrando sumisión...

Era el tipo de afrenta que Katou no soportaría.

Pero se arrodilló y tomó el delicado pie del moreno.

Inclinado sobre él pensó que era muy fino... y apetecible... al aproximar sus labios depositó un beso fogoso mordiendo la carne y atrapándola con sus labios.

Iwaki cerró los ojos con gran sentimiento.

El toque se le antojaba erótico e irresistible. La sangre que surcaba sus venas llevaba el calor del beso a todos los rincones de su cuerpo.

Los segundos se prolongaban sin que opusiera resistencia, entregado a la novedad de aquellas caricias. Gozando de la adoraciòn secreta de su sirviente.

Se levantó la culpa en su interior y el arrepentimiento se apoderó de él.

Empujó a Katou a un lado como si estuviese ofendido y asqueado.

- ¡Basta!

- Qué sucede - le encaró su criado mirándole - ... acaso no lo he hecho bien... señor...

Estaba desafiante, sus ojos mostraban decisión. A Iwaki le pareció que podría rendirle en cualquier momento.

- Retírate de la habitación - llegó casi a suplicar con la voz que no le obedecía.

- Iwaki... no te pases de listo humillándome como te viene en gana... por que si esto sigue así... no responderé de mí mismo...

No parecía estar hablando de los maltratos del heredero.

Sino de algo más profundo que apenas podía contener con toda la fuerza de su voluntad.

Con el pecho inflamado por aquello que no decían pero ambos empezaban a comprender, Iwaki no atinaba a realizar ningún movimiento.

Katou empezó a retirar la parte superior de su traje de dormir.

- No me iré sin vestir al señor...

"Arrogante, tirano de corazón frío, sólo consigues fascinarme... mientras más déspota eres... mientras más tratas de alejarme... siento la tentación de quedarme... de mirarte en silencio... de acariciarte... qué me has hecho, Iwaki"

Desató los cintillos de la prenda deslizándola hasta el piso.

Era algo maquinal de todas las mañanas... pero ambos estaban agitados.

Iwaki creyó que iba a desmayarse cuando Katou posó sus ojos salvajes sobre él.

El rubio extendió los brazos rozando sus hombros.

Iwaki reprimió un grito.

- ¿Está mal, mi amo?

Katou amorosamente le vistió con el traje de brocados de plata que le habían dejado. Era una prenda muy rica que representaba la caída de los sakura plateados sobre un fondo celeste claro.

- Una prenda digna del príncipe de Taiyou no Cho...

Al terminar de cerrar la casaca Katou sonrió.

- ... tan hermoso...

Iwaki extendió su mano hacia el velador esgrimiendo el abanico y cerrándolo sobre su rostro ruborizado.

- Has terminado, ahora puedes irte...

Katou se retiró sin protestar.

En la sala estaban esperando el estilista y el médico privado de la familia.

Este último entró primero a revisar el estado del elegido.

El estilista, un joven hablador por completo devoto a Katou le dijo al oído:

- Hoy viene el pintor a hacer un retrato del joven amo... es para enviarlo a su pretendiente, el señor Taira.

- Um...

Por eso el traje elegante bordado en plata, la agitación de Iwaki y su extraño comportamiento.

Katou fue a preparar los caballos.

"Por eso ha estado tan extraño esta mañana... sólo necesitaba descargarse conmigo... tan nervioso está por el retrato..."

"Y qué deseaba, que fuese por mí..."

"Quizás..."

6Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Mar Dic 02, 2008 2:55 pm

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

Capítulo IV: La Sonrisa Secreta


Katou traía de las riendas al caballo blanco. Le iba dando terrones de azúcar por el camino recomendándole tratar bien a su preciosa carga.

- Nada de sobresaltarse ni de asustar a Iwaki-sama... sabes que aún teme montar y cualquier movimiento brusco le pondría nervioso.

Luego de decir esto acarició sus crines largas al final de un rayo de luz.

El rocín, agradecido con sus atenciones le dio tres suaves topadas en la espalda.

A Iwaki que lo esperaba bajo el alero de tejas rojas, le hizo volver a ocultar el rostro tras el abanico.

La dulzura de Katou con los corceles y su manera de hablarles como su pudiesen entenderlo le había gustado mucho.


Ya enjaezado apropiadamente, el caballo blanco estaba listo para ser montado. Katou dio la señal para que Iwaki se acercase.

Éste con gran majestad procedió, aunque el repentino resoplido de "Nieve" le puso sobre aviso.

Katou jaló la rienda hacia su lado y le habló al oído en voz baja.

- Vamos amigo... él te teme mucho más de lo que tú a él... ya te acostumbrarás... en el fondo es muy dulce... ten cuidado... sino, se acabarán los terrones de azucar...

Iwaki hizo un gesto mínimo de interrogación.

- No hay problema... puede subir... "Nieve" le cuidará... se lo prometo.

Las dudas del amo se disiparon con esas sencillas palabras y tomando su mano subió ocupando su lugar.

El rubio le colocó los estribos en los pies.

- Está listo.

La comitiva partió para alcanzar al artista Yukihito quien ya se dirigía hacia el lugar donde haría el retrato.

Katou saltó sobre "Abismo", el caballo negro, sin monturas ni riendas, simpelemente abrazado a su cuello.

- ¡Vamos!

Y fue a velocidad dejando atrás al resto.

La brisa del camino traía sobre él una lluvia de flores de estación que cortaba en medio del aire.

A Iwaki le dieron ganas de espolear su caballo de la misma forma para disfrutar del viento sobre su rostro.

Abismo era libre de espíritu y gustaba del viento rasante del sur...

Katou disfrutaba del paseo con sus cabellos azotados por el movimiento constante.


Iwaki le miraba en la distancia.

"Si yo pudiese..."

Encerrado, asfixiado, escoltado por todos lados, eso era ser el heredero de Taiyou no Cho.

Todos admiraron la discreta expresión de sus ojos abarcando anhelantes el horizonte.

El de cabellos negros como la noche asió las riendas de nieve y las azotó dos veces.

- ¡Vamos!

- ¡Iwaki-sama! ¡Iwaki-sama! ¡Deténgase!

La escolta se desesperó cuando cruzó la lluvia de sakura con la manta plateada sobre los hombros devolviendo destellos de luz y pareció desaparecer.



"Abismo" respondía a los gritos de Katou con más velocidad.

De pronto sintió la presencia de "Nieve" y empezó a bajar el ritmo.

- Qué sucede amigo...

Katou volteó para ver a Iwaki quien temerario, llevaba al límite su cabalgadura.

"No puede gobernarle sólo con las riendas... "

Le vio pasar por su lado y superarlo.

Iwaki parecía más hermoso.

Su sonrisa abarcaba todo su rostro y los ojos brillantes estaban llenos de vida.

Enérgico y valiente se sobreponía a su miedo a montar y se entregaba a una carrera por el camino de la primavera.

Katou fue tras él.

"Ha regresado... tu sonrisa... hace cuanto que no la veía... esa expresión que me hacía olvidar mis propios sufrimientos.... el camino es largo... pero por ver esa sonrisa te alcanzaré aunque vayas al cielo, Iwaki"

En la curva final un inesperado obstáculo los esperaba.

Una pequeña barraca de madera que no se encontraba entre sus cálculos.

Katou comprendió que si Iwaki llegaba no podría saltar y se estrellaría cayendo irremediablemente.

- Abismo, no me falles ahora...

Fue a su rescate.

Iwaki estaba a punto de perder el control de "Nieve"

Katou saltó a su montura.

Casi abrazándolo sujetó las riendas.

- ¡Es muy tarde para detenerlo!... ¡nuestra única alternativa es!...

- ¡No estarás pensando en saltarlo...!

El rubio hizo una señal afirmativa.

- Oh... Katou... eso es imposible... - protestó.

- Cree en mí... ambos lo haremos... aprieta mis manos en las riendas... correremos como nunca antes lo has visto...

Iwaki sin responder apretó las manos de Katou y lo sintió sobre su hombro mientras se preparaban.

El pecho pegado a la espalda.

Rodeado otra vez por su cuerpo.

¿Era solo la adrenalina de realizar una hazaña tan peligrosa?

El moreno entonces lo vio como si se detuviese en el tiempo.

La expresión segura, sus manos entrelazadas sobre las riendas y el objetivo.

Estaban juntos intentando lograrlo.

Y fuera de todo lo que podía decir tenía fe en él.

- ¡Ahora!

En el aire...

Ese segundo que ambos se miraron con la alegría de quien está a salvo.



Los sirvientes llegaron temiendo lo peor.

Katou ayudaba a Iwaki a bajar mientras intentaba tranquilizar a "Nieve" con algunas caricias.

- ¡Amo!... ¡Amo!...

- No... es... de... cuidado... - dijo éste resoplando.

- ¡Traigan agua para el amo!

El encargado de la guardia fue directamente donde Iwaki y le dió un golpe que lo tendió sobre el piso.

- ¡Era tu deber garantizar la seguridad de ese caballo! ¡Nuestro señor pudo haber muerto!

Katou se levantó indignado por esta afirmación.

- ¡No ha sido culpa mía! ¡no fue por una falla de "Nieve"! ¡YO NUNCA HARÍA NADA QUE PUSIESE EN PELIGRO LA VIDA DE IWAKI SAMA!

Iwaki estaba de piedra delante suyo. La pasión con que lo defendía le hacía estremecerse.

"Idiota... eres tan trasparente... no debes gritar esas cosas delante de todo el mundo... cómo podría arreglar tus desastres si te empeñas en que todos sean testigos de ellos"

Por fin logró reaccionar.

- Ha sido el obstáculo que han colocado en el camino... el esclavo sólo me ha ayudado a superarlo... no seais duros con él...

El estilista se adelantó.

- Por supuesto que no... Katou no tiene la culpa, ahora debemos pensar en arreglar a su alteza nuevamente...

La corte se preocupó de mimar a su príncipe.

Katou, extrañando la cálida presencia de Iwaki entre sus brazos, fue a por "Abismo" que se había quedado en el camino.



Yukihito tenía un gran talento.

Para ser tan joven logró hacerse un lugar entre los acuarelistas más famosos de la época.

Y gran parte de las familias nobles le encargaban los retratos de sus personajes importantes.

Esta vez, a la orilla del lago azul estaba a punto de empezar una de las tareas más difíciles, trasladar la hermosura de Iwaki a un lienzo.

Por eso se encontraba nervioso mientras preparaba sus pinturas.

Katou llevó a los caballos a comer hierba fresca a la orilla y lo divisó bajo el tapasol.

De cabellos oscuros y figura femenina, Yukihito era una dulzura.

El rubio se le acercó haciéndole una venia.

- Saludos, joven artista... soy Katou, vengo con el grupo del heredero Iwaki.

- Gusto en conocerlo.

Yukihito aventuró un tímido saludo.

- señor Katou... cada vez que pinto a alguien preciso de una parte de su personalidad... me gustaría saber...

- Cómo es mi amo... para captar mejor su expresión... me parece una técnica novedosa, con razón hablan tan bien de usted en las grandes casas.

El muchacho se sonrojó por el cumplido.

- ... um...

- Pues... Iwaki es...

Yukihito estaba asombrado de que le llamase con tanta confianza, pero Katou no se dio cuenta.

- ... a primera impresión se comportará friamente.... intenta verle cuando algo distrae su atención, le agradan las cosas pequeñas, flores, aves...

- Me ha sido de mucha ayuda... muchas gracias...

Iwaki llegaba listo para posar y les vio en una conversación muy cómoda.


Katou se ofrecía a ir a traer un poco de agua para disolver las paletas de Yukihito y empezar su tarea.

Estaba muy amable y solícito. El muchacho le agradecía nuevamente. Parecía una tímida flor sonrojada.

Era más joven que Iwaki... y no le faltaba hermosura... bien podría Katou fijarse en él sin ningún problema.

- Creo que debemos empezar sin más dilación, joven artista - llamó la atención interrumpiéndolos -

- Oh... por supuesto... lamento hacerle esperar... me presentaré...



Katou bajaba la cuesta con la vara y dos baldes uno a cada lado.

"Y ahora a qué viene esa cara tan larga... pero qué pesado se pone... será que está tan ansioso de empezar... todo por el señor Taira... cuando se trata de él se pone imposible..."

De vuelta le vio envarado en un mutismo incluso hostil.

Yukihito apenas podía bocetear el paisaje con toda la frialdad que provenía de él.

"Qué maleducado, y así ha sido enseñado por los maestros más exigentes... pobre Yukihito..."

- Iwaki sama... podría sonreír un poco... digo.. para el retrato... no sé nada de arte pero quizás al noble Taira no le parezca tan seductor como una estatua de hielo.

Los guardias se levantaron para aplicarle un correctivo.

Iwaki extendió la mano.

- Dejadle... y se puede saber esclavo, qué recomendaciones me darás...

- Pues para empezar puede ser amable con su artista...

- Así que todo se trata de mostrarme cálido con Yukihito... veremos... ahora anda a tus tareas...

El corazón se le oprimió a Katou cuando Iwaki dejó su frialdad y hasta empezó a coquetear sensualmente con el jovencito.

"Tampoco he dicho que se le heche encima como si fuese una presa"

- ¡Subarashii qué hermosa expresión señor Katou!

El rubio, sentado, arrancaba la mala hierba de su alrededor.

"Es como una especie de venganza por algo..."

Encontró una flor blanca y se la puso en la boca.

El sol estaba tan agradable que no tardó en quedarse dormido.

Iwaki desde donde estaba podía verlo con toda claridad. Y más aún llamó su atención la flor que sostenía entre los labios. Un recuerdo de su infancia apareció de la nada.



Antiguamente Iwaki, por su naturaleza enfermiza no podía salir al campo fuera de sus posesiones.

Pero un verano, Katou lo sacó en secreto a un lugar donde habían muchas flores de aquellas.

Ambos reían.

Y hacían coronas de flores que colocaban en el cuello de su compañero.

Katou detuvo su sonrisa con los dedos y le dijo.

- Esta será tu sonrisa secreta... sólo la tendré yo... y la compartiremos aquí...

- ¡Hai!

El verano siguiente Iwaki había deseado con todas sus fuerzas ir, pero enfermó gravemente y tuvo que quedarse encerrado en casa.

Katou trajo para él una cantidad enorme de flores de esa colina.

- Si no podemos estar allí... la colina vendrá a nosotros... mira... cómo ha venido para que te pongas bien...



- Está terminado... - dijo Yukihito haciendo una reverencia.


Era perfecto.

Iwaki estaba en ese cuadro y el maestro sabía que se convertiría en una de sus obras más famosas.


Los presentes aprobaban su gran talento.

Y al caer el sol, con el retrato listo, Yukihito sólo se preguntaba en qué estaba pensando Iwaki sama cuando puso esa bella expresión...


En el camino de regreso, Katou llevaba las riendas de "Nieve" mientras iba a pie con grandes reconvenciones de la guardia.

Bajaron lentamente...

Con la luz roja marcándoles...

Y Katou conservaba entre sus ropas la pequeña flor blanca.
Notas finales del capítulo:
En las caballerizas, Katou con un cuchillo afilaba la madera.

Le preocupaba lo que sugería aquella dificultad en el camino.

Sólo era una sospecha momentánea.

Y le daba mala espina.

¿Habría una conspiración para asesinar a su amo?

De repente, la barricada sólo era una advertencia a lo que vendría más adelante.

7Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Sáb Dic 13, 2008 8:51 pm

Nazca

Nazca
Iwaki Sama.:Administrador:.
Iwaki Sama.:Administrador:.

Al fin lo pude leer ^^

Me gusto, me gusto!!!

^-^


...

Solo dime algo, ¿No me tienes a mi por ese Iwaki, verdad?

XD

http://www.fotolog.com/nazca_707

8Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Miér Dic 17, 2008 12:12 am

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

n.n voy por el capitulo 26 en Amor Yaoi, ya me faltan dos y termino, no Nazca, este fic lo empece a escribir antes de conoceros y ademas n.n no hago fics con alusiones personales, no uso esas cosas para decir cosas que puedo decir de frente, espero que quede claro.

Saludos

9Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Miér Dic 17, 2008 12:18 am

Nazca

Nazca
Iwaki Sama.:Administrador:.
Iwaki Sama.:Administrador:.

Razz

Solo jugaba

xD


No lo tomes tan enserio ^^


Pues entonces me voy a amor yaoi, para leer jeje

http://www.fotolog.com/nazca_707

10Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Re: Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Sáb Dic 20, 2008 10:43 am

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

Capítulo V: Celos


Iwaki miraba entre sus dedos la cinta de seda que se había desprendido de los cabellos del artista Yukihito.

La noche anterior mientras conversaban en la sala y él hacía los honores de anfitrión el muchacho bello le había preguntado:

- ¿Podría atreverme a pedirle un favor?

Él había respondido afirmativamente.

- ... me gustaría hacer un retrato de su esclavo, Katou... no lo haría sin su consentimiento... sé que le ofendería... por eso...

- No.

Iwaki no le dejó terminar de hablar.

Fue cortante y definitivo.

Los ojos interrogantes de Yukihito le hicieron arrepentirse de la pasión de su negativa. - ¿Por qué...?

- Es indigno de un artista como usted pintar gente inferior... ¿por qué querría pintar a alguien como él?

Yukihito permaneció tranquilamente en su puesto y movió los labios con suavidad.

Iwaki repetía sus palabras.

- Por que él brilla... es algo que no mucha gente puede ver...

- No puede retratarlo, es un criado, sería muy vergonzozo para nosotros permitirle algo así... además le prohíbo que le haga esa petición directamente.

- Lo entiendo... lo supe con sólo mirarlo... perdóneme si ofendí sus sentimientos hacia él...

De inmediato el heredero se había excusado yendo a sus habitaciones.

"He huido finalmente de su compañía... sólo tuvo que mencionar a Katou para que..., imposible..."

Yukihito se inclinó y una de sus cintas se desprendió del traje.

Iwaki la recogió sin que se de cuenta y la ocultó entre sus mangas.

No tenía en claro la razón de aquel pequeño robo pero en la soledad de su habitación extendía entre sus dedos la cinta de Yukihito.

"Será que a Katou le gusta el joven pintor... parecían muy cercanos esta mañana... él siempre es tan amable con todo el mundo..."


"Él brilla... a qué se referiría con eso..."



El moreno, tendido de lado miraba la delgada pared que lo separaba del dormitorio de su criado.

Ese era su lugar de descanso siempre y cuando él no le ordenase otra cosa.

"Está allí... tan cerca..."

"No... qué tipo de pensamiento es ese..."

"El señor Taira... el señor Taira... él es quien debe ocupar mi mente... por que pronto llegará para nuestra entrevista..."


---------------------------------------------

Katou apenas abrió los ojos fue a dar su ronda diaria saludando a todos los que se cruzaban en su camino.

Le gustaba mucho el aire de la madrugada antes de amanecer cuando el cielo era azul profundo.

Luego procedía a ducharse con cuidado y a colocarse su traje rojo.

Sacudía su melena rubia con las manos para secarla y retornaba a vestir a su amo.

El chico de los recados se presentó en la puerta principal con un presente enviado por los Taira.

Era el retrato del futuro esposo de Iwaki. Acababa de llegar para completar el intercambio propuesto por ambas partes.

El rubio tenía mucha curiosidad por verlo. Estaba envuelto cuidadosamente con un gran pañuelo de seda.

Su deber era llevarlo de inmediato.

Pero la tentación le ganaba, no podía soportar la idea de no saber quién se iba a comprometer con Iwaki... sentía enfado y cólera ... y muchas ganas de verlo

Así que antes de pasar la puerta del vestíbulo, frente a la habitación de su amo, quitó el pañuelo...


Muy atractivo y también joven.

Si el señor Taira era tal y como lo reflejaba la pintura... sería el compañero perfecto para Iwaki.

Sus cabellos claros, castaños, rostro franco y amable, fuerte...

Parecía ser alto... y elegante...

Katou examinaba sus ojos verdes. Pensaba que apenas Iwaki le viese se sentiría inevitablemente atraído hacia él.

Se apresuraba a cubrirlo cuando Iwaki corrió la puerta quedándose perplejo.

- Eso es... ¡Cómo te atreves siquiera a mirarlo! ¡Es una de mis pertenencias!

Katou extendió los brazos dándoselo.

- Entonces cógelo... no tiene el mas mínimo valor para mí. Es sólo el hombre que también será mi futuro amo... qué importancia podría tener...

- Mírame...

- He dicho... que no tiene importancia... el pañuelo cayó de casualidad, no era mi intención verlo... pero tiene pinta de que será un buen esposo...

- ¡No tienes nada que decir al respecto! Menudo esclavo, no metas tus narices donde no te llaman.

Iwaki arranchó el retrato y la cinta de color rosa de Yukihito resbaló hasta el piso.

Katou la recogió.

- ... no te pertenece... esta cinta no es tuya... creo que no soy el único que toma las cosas de los demás sin su permiso...

- Es mía... no tengo que darte explicaciones.

- Conozco cada pieza de tu guardarropa al detalle, cada túnica, los finos accesorios y las cintas, nunca olvidaría nada relacionado contigo, y sé que no es tuya... no tienes que mentir.

Para ese momento sus voces se convertían en susurros otra vez.

"Hablamos como si tuviésemos que escuchar al viento"

El rubio le hacía perder el fundamento y la razón. Le conocía tan bien, se había fijado hasta en lo mìnimo con respecto a él...

Apretó la cinta recuperándola bruscamente.

- El día de hoy... no quiero verte... ni oírte...

Volvió a entrar dándole la espalda y cerrando la puerta.

Luego se deslizó cansado hasta llegar al piso dando un largo suspiro.

"Esto se pone muy mal... ¿siempre ha sido Katou tan cuidadoso conmigo? ¿en serio sabe tanto de mí?... y la forma en que miraba el retrato del señor Taira... como si le molestara..."

Ni siquiera se molestó en hacer un lugar para el cuadro. Es más no se sentía de ánimos para mirarlo.

--------------------------------------

Katou fue a llevar el forraje para los caballos.

"No tiene que ser tan estricto, sólo quería ver la cara del pobre desafortunado que tiene que casarse con esta fiera"...

"Sólo por que es uno de esos malditos perfectos, ricos, hermosos no hay de qué preocuparse... más aún celebrar que por fin encontró a alguien que lo despose..."

Pero no se sentía tan feliz.

El estilista fue a saludarlo amablemente.

- ¡Haiiii! guapísimo Katou...

- Hola... Sawa...

- Oh... pero ese rostro de tragedia no te queda nada bien... es más estás un poco pálido... me encantaría colocarte rubor en las mejillas, seguramente te verías monísimo con eso...

- No uso esas cosas... le dejo eso a Iwaki con los malos tratos... y la personalidad remilgosa...

- Pobre Katou... sabes que mi puerta siempre estará abierta para ti...

- Amable ofrecimiento, pero ya sabes cuál es mi respuesta, Sawa-san, mas bien me gustaría que me hicieras un favor.

- Qué chico tan malo, primero me corres de tu corazón y ahora me pides un favor.

Katou le guiñó el ojo en ese gesto irresistible que no dejaba lugar a quejas.

- Onegaiiii

- Está bien... sólo por que eres muy guapo...

- Deseo que escuches y guardes silencio. En esta casa hay alguien que es parte de una conspiración para hacerle daño a nuestro señor...

- ¡Una conspiración! - gritó Sawa.

- Shhhhhhhhhhhhh...

- Lo siento - dijo modulando la voz - es que... eso es muy grave...

- Por eso me gustaría que discretamente observes a las doncellas, quiero saber si tiene que ver con alguna de ellas, yo me ocuparé de los maestros y del resto, la señora Michiko se ocupará de la cocina... no permitiremos que vuelva a repetirse...

- Bien... qué excitante... todo lo que te rodea es tan emocionante...

Llamaron a Sawa para que prepare a la madre de Iwaki.

- La señora necesita un leve retoque...

- Doña Víbora lo que necesita es...

Sawa dio un pellizco a Katou en el hombro.

- Niño maleducado... no te atrevas a hablar así de tu ama...

- Mph...

- Kawaii, Katou, esa actitud de rebeldía te hace ver muy sexy...

Katou sonrió y se llevó los cabellos hacia atrás.

- Soy incorregible.

Sawa se sintió acalorado y fue a maquillar a su ama.

"Por lo menos sabré si el atentado tiene relación con alguna sirvienta"

-----------------------------------------

Yukihito se retiraba ya.

Iwaki se negó a ir a despedirlo.

"Puede decir cosas realmente perturbadoras es como si tuviese un sexto sentido"

Tras las cortinas de tul abrió una rendija por donde espiaba su partida.

"Pintar a Katou..."


Yukihito vestido con su kimono rosa sentía en falta una de las cintas que le adornaban.

Y recorría el camino con la vista antes de subir a su carruaje.

Katou le hizo una venia.

- ¿Ya se va? ... es una lástima que el artista no pueda pasar una temporada en la casa.

- Um... - Yukihito era un avecilla tierna con mejillas sonrosadas -... yo también lo lamento, debo llevar el retrato a manos del señor Taira lo antes posible.

- Tenga cuidado con el viaje, y no se esfuerce demasiado... cuidese mucho, artista...

- ¿Volveremos a vernos? - se atrevió a preguntar él disimuladamente.

- Por supuesto... - Katou cortésmente le ayudó a subir.

Yukihito apretó por un segundo su mano y luego desapareció en el carruaje.

Un ruido hizo voltear a Katou.

Era como si las persianas del cuarto de Iwaki hubiesen sido cerradas con fuerza.

--------------------------------


La señora Michiko le sirvió un tazón de sopa a Katou.

- Así fue... los canarios de Iwaki-sama aparecieron muertos... nadie ha dicho una sola palabra... parece que los envenenaron esta mañana, todos están muy alarmados pero la señora dice que si se atreven a hablar eso podría malograr el compromiso del amo...

- Es un aviso... me pregunto quién lo estará haciendo.

- Mucho cuidado, Katou... no quiero que te metas en problemas.

- No temas Michi-chan, estaré bien... ahora sirve la bandeja más grande con lo mejor que tengas.

- ¿A dónde vas?

- Ese cabezota no ha comido en todo el día, cree que encerrado ahí se alimentará solo del aire... le llevaré algo.

La señora hizo un gesto cómplice y adornó la bandeja con las cosas más ricas.

-----------------------------------

Tocó la puerta.

- Largo... no abriré...

- Debes comer algo... no permitiré que tus caprichos afecten tu salud... así que abre...

- Cuando se ha visto un esclavo como tú intentando ordenar a un amo...

- Deja eso, te he dicho que somos amigos, estoy preocupado por ti...

- No he hecho nada para preocuparte...

- ¡Entonces deja de comportarte extrañamente!, Iwaki, desde hace días que...

- ¡No te escucharé!

Katou abrió la puerta.

- Pues sino te haré comer a la fuerza... se puede saber por qué estás tan deprimido...

- Idiota...

- Así está mejor... - Katou tomó los palillos - di ahhhhhh...

- Dame eso...

El rubio se tranquilizó al verlo probar lo que había traído.

- No tienes que preocuparte tanto... hace días que estás muy presionado... pero todo saldrá bien...

- ...

- El señor Taira se enamorará de ti... sólo verá tus ojos oscuros, y tu encanto... muéstrale al verdadero Iwaki... no hay nada que temer...

- Sólo conseguiré que se rían de mí si se arrepiente del compromiso.

- Yo impondré silencio a todo aquel que se atreva... Iwaki, no toleraré que nadie murmure contra ti... seré la muralla que te protegerá...

El bocadillo de Iwaki resbaló de los palillos cayendo en el piso.

"De dónde salen esas palabras... cúando aprenderá a pensar antes de... "

Su brazo chocó con el de Katou.

Volvían a estar demasiado cerca...

Iwaki luchaba contra las ganas de continuar indefinidamente en la posición comprometedora.

Sus pupilas se contrajeron y no fue ni hacia atrás ni hacia adelante.

- Tampoco no es que vaya a vivir de la opinión de los demás... y tú eres...

Intentaba parecer despreocupado.

Katou deslizó sus dedos sobre la mejilla de Iwaki.

- Una mancha...

el tiempo pasaba sin que Katou retirase su mano.

Ambos deseaban decir algo.

"¿Te gusta Yukihito?"

"¿Te gusta el señor Taira?"


Y la voz del mensajero llegó.

- ¡Urgente! ¡Urgente!... el... señor Taira... ha visto el retrato... e... inmediatamente ha adelantado la entrevista... estará aquí... mañana mismo...

Entraron muchas personas a llevarse a Iwaki y culminar los preparativos de recepción.

Katou se quedó atrás, solo...

- Será mejor que te vayas, mi hijo estará muy ocupado y tu solo podrás estorbarle, ve a las barracas con los tuyos... y quédate allí.

La dueña de estas palabras le miraba fríamente.

Era la señora de la casa...

Katou se inclinó y salió apresuradamente.

11Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Capítulo VI Sáb Dic 20, 2008 10:44 am

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

Capítulo VI: La llegada del señor Taira


Una sola palabra de la madre de Iwaki podía sacarlo de su vida asombrosamente. Así de sencillo, así de simple, Katou quedaba eximido de todas las tareas que lo ligaban a él.

Otros le vestìan y llevaban alimento, y el resto preparaba la casa con prisa estaba envuelto en un torbellino de gente moviéndose...

Katou estaba detenido en el tiempo.

Sin nada que hacer, mirando cómo se levantaba el velo de Taiyou no Cho para ofrecer a Iwaki a otro hombre.

Tenía que esperar a que alguien le dijese "Eh tú, anda donde tu amo que se va a casar, ve donde tu nuevo señor y muere sirviéndole..."

Su confianza en un futuro donde él e Iwaki seguían juntos y cercanos empezaba a desvanecerse dejando un amargo sabor a separación.

Tan seguro había estado de que eso era imposible que le molestó de sobremanera la forma como ahora no participaba para nada del momento más importante de la vida de su amo.

En el mismo lugar donde antes Iwaki había estado, en el puente de los pececillos dorados, Katou ahora les alimentaba en la misma posición pensativa ahorrándose unos cuantos susurros al viento.

Llevaba esa mañana un gastado traje naranja que le caía más atrás dejando ver los hombros fuertes de piel bronceada.

El cintillo de la cintura aprisionaba lo suficiente para dejar entrever su figura esbelta y las rudas caderas que parecían no reposar nunca.

La túnica sólo le caía hasta por encima de las rodillas y mostrando las piernas hasta los pies calzados con sencillas sandalias de madera.

"De modo que Iwaki puede estar en una nube de atenciones lejos de mí... pero qué molestia..."

Katou deseaba definir de una vez cuáles eran sus sentimientos por Iwaki.

"No me viene bien dudar tanto... me gustan las cosas reales y sinceras... qué estoy buscando en Iwaki... qué es lo que deseo de él..."

Uno de los peces saltó sobre el agua a gran distancia siendo atravesado por los rayos del sol.

"Qué bello es... quizás sólo deseo la belleza de Iwaki..."

"Mph... si fuera eso podría haber tenido su cuerpo desde hace mucho tiempo..."

"Entonces... ¿Qué es lo que estoy intentado proteger?"



- Pero qué interesante... mirar los peces dorados... cuando el amo está que busca a su esclavo por todo el palacio...

Iwaki decía esto en voz muy baja e intentaba parecer dominante.

Aunque usaba la misma ironía de Katou no por ello dejaba de ser dulce.

Katou sonrió y dejó la pose pensativa.

- A veces los criados tenemos derecho a pensar, sobretodo cuando no tenemos nada que hacer...

Iwaki le mostró las mangas de su traje.

- Hoy me han vestido otros y no ha sido lo mismo.

Era firme.

A Katou el corazón se le aceleró de cero a mil en un segundo.

- Hay algo que no ha quedado bien... me temo que desconocen el modelo del traje...

Recién Iwaki se daba cuenta que lo que había dicho era que si Katou no se ocupaba de él algo doloroso cambiaba y la vida no era igual.

Katou se sonrojó.

Los ojos de Iwaki se hicieron grandes.

- Por qué te sonrojas... no he dicho nada que a un esclavo le lleve a esa posición... sólo que hay gente màs torpe que tú... si eso te hace avergonzar... adelante...

Katou avanzó apretando la mano de Iwaki y llevándolo a la habitación del Taiyou no Cho.

Iwaki no dijo nada.

La presión cálida y sensual de la mano de Katou le quitaba todo pensamiento y le hacía respirar con dificultad.

Llegaron a la habitación del heredero.

"Si quisiera su cuerpo hace tiempo que hubiese sido mío... lo que yo quiero de Iwaki es..."

Katou soltó la mano y cuidadosamente abrió la mantilla de bordados que cubría los hombros de Iwaki.

Su voz temblaba.

- Lo que sucede... es que los criados no conocen el cuerpo de Iwaki - sama... se trata del fajín de la cintura... si se le da una doblez no favorecerá a la silueta del señor... por otro lado, la curva de su espalda debe ser ceñida... es una de sus partes más bellas y debe ser mostrada al prometido... además...

Las manos de nieve de Iwaki se posaron sobre las mejillas de Katou.

- Además - intentó decir el rubio.

Iwaki lo miraba sin dejar de sujetar su rostro.



- ¡Está llegando el señor Taira! ¡Está llegando el señor Taira! - dijeron las voces de afuera aunciando su llegada.

Sawa entró de pronto.

- Iwaki sama... oh...

Iwaki retiró las manos.

Katou volteó el rostro.

- ... Iwaki sama... su madre solicita su presencia... el señor Taira ha llegado... y su padre el amo de Taiyou no Cho ha llegado con él...

- Um...

Se levantó bellamente ataviado y salió como una aparición.



- ¡Así que esto era lo que andabas ocultando, Katou kun...! ... con razón rechazabas a todos tan tajantemente y nosotros creyendo que no tenías corazón cuando andabas suspirando nada menos que por el joven de la casa....

- No es...

- ... que romántico... ahhhh un amor imposible de infancia y juventud... separados por las distancias sociales pero amàndose en secreto...

- Un minuto yo no...

- Era màs que obvio, tú estás enamorado de Iwaki y èl de ti...

Katou se quedó frío.

Hasta que Sawa no lo dijera el podía negarse a sì mismo esa posibilidad o intentar darle otro nombre como "fidelidad".

- Seguro que la noche de despedida de ustedes dos ha sido muy ardiente... ohhhh que envidia me da Iwaki samaa...

- ¡Basta...! ¡No hables asì de Iwaki...! él es puro... y no ha sido tocado por ningún hombre...

Sawa tenía los ojos brillantes.

- ¡Entonces es mejor de lo que pensaba! ¡Es amor real!... un semental como Katou... durmiendo al lado de un joven como Iwaki y no tocarle... mientras le sirve con adoración kyaaaaaaa

"En verdad estoy tan enamorado de Iwaki"

- Para mostrarte que soy un buen amigo te llevaré tras el cuarto de la entrevista, es un viejo desván con una entrada secreta, allí podremos espiar a Iwaki y el señor Taira.

- Y yo para qué...

- Shhhhhh nada de peros... - Sawa cogió el brazo de Katou y lo arrastraba - ... se trata de su futuro y el tuyo ¿no estás interesado?

---------------------------------------

Katou se cuidaba hasta de respirar.

La silueta de Iwaki se notaba a través de las ventanas de papel blanco.

Aún estaba cubierto con un velo azul.

"Parece una novia" - pensó el rubio.

El señor Taira era mucho más atractivo que el retrato.

Katou sintió ante él una ligera inferioridad.

- Sucede algo - murmuró Sawa.

- No...


La madre de Iwaki lo descubrió ante el señor Taira.

Mostró a la flor más hermosa del palacio con un traje azul y dorado.

La piel blanca, los ojos negros, los cabellos lacios...

El novio estaba màs que complacido, arrobado e impresionado por su divina beldad.

Se inclinó respetuosamente ante él.

- Me gustaría pedir su mano de aquí a tres días...

"¡Tres días!"

- Disculpen la premura de mi pedido, pero ¡es tan perfecto! en los puntos cardinales del imperio no he visto algo comparable con Iwaki sama... su belleza ha capturado mi corazón... no deseo separarme màs tiempo de èl... deseo que mi noble prometido sea mi esposo en el tiempo mínimo posible.

La madre y el padre de Iwaki se sentían sumamente honrados y felices.

La pasión del señor Taira borraría la leyenda negra del abandono de Iwaki.

Un admirador rendido, hermano menor del Emperador era màs de lo que sus expectativas deseaban para su hijo.

Iwaki miraba al piso como si fuese una marioneta de sus padres.


Katou salió sin mirar atrás.

Sawa iba en pos de él.

"Tres días..."

- Ve a ver a Iwaki - dijo Sawa

- Para qué...

- Cómo que para qué, para decirle que no se casa y que huya contigo a un pequeño lugar en un pueblo escondido donde...

- ¡Esto no es una maldita novela de romance...! se trata de nuestras vidas, de la mía y de la de Iwaki...

- Katou...

- Y yo no seré el causante de su desgracia... es más... debo estar feliz... por... por...

Una lágrima resbaló de sus ojos.

- Debo estar feliz...

12Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Capítulo VII Sáb Dic 20, 2008 10:46 am

Mibu Oriya

Mibu Oriya
Admin

El Beso Prohibido


Katou se detuvo frente al bosquecillo de lilios que bordeaban el camino de piedra. Iba tocándose la mejilla húmeda donde antes se había posado la mano de Iwaki.

Cada lilio se parecía al moreno.

Altivo, orgulloso, conmovedor, nacido para gozar de la luz del sol y recibirlo esplendorosamente.

Acarició el cáliz de una flor pensando en el rostro de Iwaki.

"Así como él, yo tampoco he sido hecho para el dolor... desde ahora tomaré un camino y lo seguiré sin remordimientos"

Puso ambas manos sobre su pecho y con esa sinceridad ardiente que lo caracterizaba se preguntó en voz alta:

- ¿Amas a Iwaki Kyosuke?

La respuesta surgió cristalina desde su interior.

"Sí. Lo amo. Sólo vivo para servirle"

Mucho más tranquilo volvió sobre sus pasos.

"Lo más importante es la felicidad de Iwaki. Mi amor no será posesivo ni egoísta, ya que me he decidido a vivirlo, no le hará sufrir nunca, sea lo que sea lo que él quiera será suyo, ese es mi juramento, el juramento de un hombre enamorado"

Se cruzó en el camino con las doncellas que venían sosteniendo lámparas de papel.

Iban paseando sus siluetas con gracia y secreteando juguetonamente entre ellas, lanzando miradas a Katou.

Su expresión decidida las hizo girarse a contemplarlo.

"Qué bello va Katou kun... hay algo en sus ojos que es capaz de atrapar y envolver..."

Frente al cuarto se inclinó ante la puerta.

- Iwaki-sama

- Pasa, esclavo ¿en dónde has pasado tu tiempo? ya debo estar listo para el baile y sin embargo tú, indolentemente me haces esperar, ven y traeme el abanico, además debo colocarme ahora el traje.

Katou asintió.

Iwaki mismo se quitaba la ropa mostrándose semidesnudo.

Era como estarse desnudando para entregarse a él.

El aire del cuarto se saturó nuevamente con el deseo y el amo se cubrió repentinamente.

El esclavo osado se irguió quedando a su lado.

- No tienes de qué avergonzarte... te he visto desnudo muchas veces, qué sería diferente ahora...

- Tú... sirviente...atrevido...

La cólera de Iwaki se disolvió en los ojos envolventes de Katou.

Se reflejaba en ellos la firmeza de su decisión.

- Déjame cuidar de ti...

El heredero parpadeó.

Su relación estaba cambiando paulatinamente a algo desconocido que sólo podía sospechar como un sentimiento intenso cuyo contenido se desbordaba directamente hacia él...

Calor...

Una gota de sudor bajó por el lado de su frente hasta el pecho, Katou solícito detuvo la caída con los dedos.

El punto donde se encontraron fue motivo de otro estremecimiento fuerte para el amo.

"Mi vida ha cambiado..."

"Desde que puedo ver tu belleza con estos nuevos ojos..."

"Sin niebla que oculte mi fe en tu amor..."

Apoyados en su blanco pecho, los dedos presionaban la piel haciéndole padecer a Iwaki un gran deseo.

El calor que desprendía su cuerpo le sorprendía por las vivas llamas que le envolvían con un toque tan leve.

Los cabellos azabache se ladearon sobre el cuello con gracia dandole sensualidad a la figura del heredero y aumentando la ansiedad de Katou.

Disfrutar cada segundo de aquel delicioso contacto era el anhelo de ambos.

Pero ya las primeras notas de la música empezaron a sonar en el salón llamando al joven.

- Debo ir...

Parecía más una súplica que una orden pues la languidez enamorada de los ojos de Katou impedía a Iwaki huir de él.

- Cuidaré de ti...

Esta vez el traje era de color rojo con dorado.

Solícito, Katou colocó las joyas en las manos y el cuello.

El amo se sentía protegido, seguro, amado con devoción.

- ¿Estás feliz...? el señor Taira te está esperando... ¿estás feliz, Iwaki?

La respuesta demoraba demasiado.

- Um...

Se apartaron.

Sonaba como una herida pequeña a pesar de las buenas intenciones de Iwaki.

Sawa interrumpió llegando con su neceser.

- Amo Iwaki... su madre me envía a colocar un poco de rubor en sus mejillas... pero...

- Sucede algo...

El rostro del heredero estaba naturalemente sonrojado.

- No es necesario... usted... luce...

Parecía desfallecido.

Katou le dio el brazo.

Demasiadas emociones en poco tiempo, la expectativa y el placer de empezar un juego peligroso con quien sólo deseaba dominar a sus pies y que le empezaba a obsesionar por la fuerza de su presencia, iban minando el ánimo del heredero.

Antes de entrar en el escenario a saludar a sus padres y su novio, tambaleó apoyando la cabeza en el hombro de Katou.

- ... ¿podré hacerlo?... si vuelvo a fracasar...

El brazo de Katou aprisionó la cintura de Iwaki y él susurró en su oído.

- Kyosuke... eres el ser más bello creado en este universo... tu hermosura y tu perfección encienden los corazones de todos a tu paso... eres irresistible... no temas... el señor Taira será tuyo al primer movimiento del abanico.

Mágicas palabras que hicieron salir al moreno con una plena confianza en ser irresistible.

Se inclinó derramando su gracia frente al hombre que deseaba seducir y lo atrajo desde el primer momento.

El señor Taira sólo tenía ojos para él.

Katou se sentó en el oscuro pasillo mirando silencioso.

Exacta, la danza de Iwaki mostraba su gran habilidad y estilizada silueta.

Su prometido no pudo evitar levantarse para acompañarle encantado con su figura.

Katou extendió un brazo que Sawa cogió tras bambalinas mientras colocaba un dedo sobre sus labios.

- Shhhh lo ha logrado... el señor Taira ha caído bajo su poderoso influjo.

Katou intentaba sonreír.



Iwaki giraba con el estilo cortesano de su novio acompañándole.

No podía pedirle más al cielo. La persona que le seguía era un hombre atractivo y fino como él, capaz de sentir el arte y comprender sus altas necesidades.

Sin embargo algo no estaba completo, terminado... a pesar de que sus manos blancas casi se posaban sobre las suyas, que eran armoniosos a Iwaki le hacía falta la rudeza de Katou.

Aquellos brazos fuertes capaces de hacerle perder el aliento, las rudas caderas rozando las suyas con energía de quien arranca sin misericordia los suspiros de su pecho...

"Cuando bailé con él fue tan..."

Venía la figura final.

Iwaki recordaba los labios de Katou aproximándose hacia él.

Ahora eran los del señor Taira.

De modo instintivo y sin que pudiese evitarlo, el joven heredero volteó el rostro rechazando el beso de su prometido.

Cuando vio su error intentó enmendarlo aproximándose sumiso pero un leve gesto le indicó que no era necesario.

La mano del señor Taira se posó sobre su cabeza.

- Adoro tu pureza... es algo más en favor de mi futuro esposo... no te preocupes... ya te acostumbrarás a mí...

Asintió Iwaki.

La señora de la casa llamó a su hijo hacia sus habitaciones.

Éste sólo podía mirar al piso arrepentido, sabía que le iba a llamar la atención. Por segunda vez no tenía palabras para explicarse su propio proceder con respecto a Katou.

Al estar a solas recibió una bofetada.

- Eres un inútil... hasta cuando Taiyou no Cho tiene que estar en las manos de alguien como tú... estamos preocupados por que tu fama pende de un hilo... y nuestra ruina se aproxima si el señor Taira se atreve a dejarte... debes hacer todo para retenerlo si desea tu pureza también debes dársela, recuerda, no se trata solo de tu felicidad.

Esas palabras eran terriblemente duras para él.

Le hicieron sentir como una mercancía.

- ¡Lo has entendido!

- Um...

Salió a respirar antes de la cena, estaba enfadado, afrentado, ofendido.

-------------------------------------------------

Katou fue a peinar a los caballos.

Ignoraba las escenas que se sucedían en el privado del ama.

Su vista se nubló por las manos pequeñas y femeninas que cubrieron su rostro.

- ¡Pintor Yukihito!

El muchacho sonrió mientras se sorprendía por su valor para tocar al esclavo casi manifestando sus intenciones.

- Señor... Katou-kun

- Ha venido tan rápido.

- He sido invitado a la boda, todo está sucediendo brevemente, es un amor fulminante, su amo tiene buena fortuna.

- Espero que así sea.

Yukihito sintió dolor de la preocupación especial que Katou tenía hacia Iwaki-sama.

- Pero no hablemos de eso...

El dulce muchacho intentó tomar el brazo de Katou para caminar a su lado hacia la puerta del potrero.

- Conmigo vino el hermano menor del joven señor, Urushisuki, se parece mucho a él... estaba emocionado por que...

- ¿Uru-chan ha venido?... habrá crecido un poco...

Katou estaba más tranquilo, junto al pintor las cosas eran mucho más llevaderas y pacíficas.


--------------------------------------------

De lejos oyó que alguien gritaba su nombre.

- Kaaaaaaaaaaaaaatouuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu - kun

El hermano menor de Iwaki, de cabellos negros y ojos oscuros, exactamente igual a él corrió hacia Katou y se hechó sobre él sin darle oportunidad a recibirlo, tumbándolo sobre la paja que voló envolviendo sus cuerpos.

- Uru-chan...

A Katou le había sorprendido mucho la forma en que eran identicos y su mente le había transformado en Iwaki corriendo a su regazo.


El hermano menor del heredero fue apartado de la casa durante su infancia y educado en una escuela de nobles para ser el escribano del dueño. Al no nacer en primer lugar su único destino era administrar los bienes para que el hermano principal pudiese vivir sin preocupaciones.

Katou no le veía desde que era un niño y ahora, adolescente, casi tan bello como Iwaki, estaba sobre él.

Urushisuki siempre le amó.

Estaba seguro de que al crecer y volver a casa podría encontrarlo y quitárselo a Iwaki para tenerlo en cuerpo y alma.

Tumbado, admirando al hombre en que ponía sus ilusiones, el muchacho rápidamente unió sus labios a los de Katou.

Yukihito movía el rostro de un lado a otro desesperado.

Cogió la ropa del chico jalando hacia atrás.

Katou, se puso en pie.

Iwaki Kyosuke estaba en la puerta de los establos, luego de las palabras de su madre deseaba estar cerca de Katou.

Katou empezó a mover la cabeza de un lado a otro.

- No se trata de eso... Iwaki.

Yukihito reprimió un grito de sorpresa.

Sólo tenía que verles un segundo para darse cuenta de lo que sucedía.

"Katou le ama... no ha pensado en mí un solo momento cuando me alejé... Katou sólo tiene ojos para él..."

La furia marcada que apareció pintada en el amo revelaba sus volcánicos celos.

Le dio la espalda al rubio y salió sin mirarle.

Katou pensó que lo perdería para siempre.

- Iwaki... Iwaki... escúchame... no seas terco... detente... fue Uru-chan... él vino de pronto...

Iwaki continuaba caminando sin prestarle atención.

- ¡No siento nada por él! ¡No hay punto de comparación con lo que significas para mí!

El moreno frenó la marcha.

- Qué has dicho, esclavo... acaso te he preguntado por tus serviles pensamientos... a mí... ¡A MÍ NO ME INTERESA QUÉ ES LO QUE HACES! ¡NO ME HACE FALTA SABERLO! ¡TÚ... UN VIL Y MUNDANO GENTIL... UN ANIMAL SALVAJE DEL CAMPO! ¡TÚ!

Katou le jaló del brazo derecho y pegándolo contra su pecho le besó.

Fue excitante, violento, fuerte... apasionado.

Todos los sentidos de Iwaki se apagaron y sólo quedaron los labios de Katou mordiendo los suyos.

Debía huir, reclamar, acusar, castigar...

Imposible.

Sólo seguir hacia adelante y ser besado de la manera más fantástica que hombre alguno lo hubiese sido por quien le amara.

Mantuvo los ojos cerrados mientras contenía la respiración y era devorado por el rubio.

Siempre había escuchado de los deseos de detener un momento en el tiempo y le habían parecido vulgares.

Ese era su momento... lo que deseaba guardar y conservar incondicionalmente.

"Cómo podría esto ser un pecado..."

"Sin embargo..."

Era muy diferente a su reacción cuando su prometido se hallaba cerca, su cuerpo se entregaba a Katou más allá de la razón.

"Aquello que lo rebalsa por completo... y se dirige hacia mí..."

Katou compartía con él un beso sin condiciones.

Y le saboreaba dejándolo sin aliento.

Los dos cayeron en cuenta de que no podían detenerse.

Pétalos de cerezo se deslizaban entre ambos embelleciendo el poder de su romance.

13Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Capitulo VIII Mar Feb 10, 2009 12:12 am

Yukino

Yukino
Natsu.:AdministradoR:.
Natsu.:AdministradoR:.

bueno como Katzel esta ausente, y el fic ya esta terminado me encargare de actualizarlo aqui


Entrega





Belleza de luna desnuda iluminando la noche...

Eso era la blanca piel de Iwaki cediendo ante las alas del amor de Katou.

El horizonte de ambos era incierto y hacía latir sus corazones a un ritmo desenfadado.

Negar lo que estaba sucediendo sería imposible.

Iwaki apretaba las ropas de Katou rozando con sus nudillos la piel cálida y bronceada del rubio.

La marea los arrastraba.

Cautivo en sus brazos el heredero orgulloso se convirtió en la presa del fogoso amante.

Katou estaba maravillado.

Aquella suavidad de sus labios.

El perfume misterioso de su señor, su modelada forma... su dulce amigo de la infancia... ahora un príncipe angelical... su príncipe.


A Iwaki le pareció escuchar el sonido de unos pasos furtivos y puso final a su entrega.

No tenía idea de qué hacer o decir en el momento de regresar a la realidad.

¿Qué eran ahora?... sus cuerpos se habían tocado brevemente y ya se atraían sin remedio.

"No dejaré que nuble mi juicio, Katou... no me dominarás... no destruirás mi vida... tú..."

La confusión del moreno era evidente pues apenas estuvieron lejos el uno del otro sintió una terrible nostalgia. Quería volver de inmediato a los brazos de Katou pero no estaba listo aún para abandonar el orgullo y la muralla que había construido para proteger sus propios sentimientos.

- Déjame... no te acerques...

Para Katou todo había sido perfecto, por fin estaba completo, regresaba a la persona que pasó con él los días más tiernos de su pasado.

- Iwaki...

- No digas mi nombre, no me mires, no me toques... ¡déjame!... te he dicho tanto que tú y yo no somos iguales... tú solo eres...

- Un esclavo que no es dueño de su propia vida... por que te pertenece... si no fuese tu esclavo, si hubiera nacido como un hombre libre... también viviría sirviéndote... el poder que tienes sobre mí no se debe a la posición en que nacimos... sino a lo que yo...

- No más...

El gesto de Iwaki era tan apasionado y fuerte que Katou se quedó en silencio.


El rubio miró los sakura caer.

"Así no... de esta manera no... él está empezando a sufrir... Iwaki... yo necesito que tú te sientas bien y no confundido como te encuentras ahora... me desespera ver cómo no sabes amarme ni odiarme..."

- Está bien... yo... esperaré... a que tomes una decisión sobre mí.

- Katou...

- Estoy en tus manos - mostró una dulce sonrisa muy provocativa - ... seré lo que tú quieras, esclavo, amigo, amante... solo una cosa...

- ...

- No te engañes demasiado, estoy seguro que mi beso es algo que jamás olvidarás.

- Tú...

Katou volteó haciéndole una reverencia para retirarse.

- Te veo en mis sueños...

Iwaki giró fingiendo enfado.

"Gracias... si te hubieses mostrado débil, Katou, yo no hubiese sabido qué hacer... si suplicabas o rogabas me obligarías a herirte y nada volvería a ser como antes... qué fuerte eres, Katou-kun..."

"Pero sabes... aunque esté confundido ahora, no podría ni aunque quisiera, cumplir ese asomo de deseo que tengo... soy el heredero de Taiyou no Cho... quizás tú me perteneces pero yo no me pertenezco a mí mismo..."



Urushisuki estaba silencioso en la cena junto al señor Taira y mirando de reojo a Iwaki.

El pintor Yukihito se había excusado por que se encontraba terriblemente afectado por el descubrimiento anterior.

Iwaki sospechaba el motivo del sitio vacío y se preocupaba por la cercanía del joven, su fragilidad de ave y su dulzura femenina podían atraer a Katou fácilmente.

"Pero si he de rechazarle... será mejor que esté cerca para que él le busque..."

De sólo concebir que Katou pudiese quedarse con Yukihito, el bello Iwaki sintió una puñalada en el pecho.

"Es natural, ninguno de ellos es noble, serían libres de vivir sin que los molestasen... Yukihito apenas está tres rangos por encima de él... podrá comprar su libertad si su familia lo aprueba... y se irán lejos, Katou le protegerá y le dirá al oido las cosas que eran reservadas para mí..."

El señor Taira le hizo una pregunta.

Iwaki se quedó completamente frío, no le estaba prestando nada de atención.

La madre intervino diciendo que él no conocía de esas cosas por estar apartado del mundo en su rico palacio del campo.

Sonrió el moreno inclinándose.

Su hermano menor tenía los ojos clavados en él con sospecha.

"Será el amante de Katou... no se lo permitiré... no le basta arrebatarme a mis padres y la vida que pude tener... incluso se llevará a la persona que yo quiero... eres demasiado egoísta, niichan"



El pretendiente, Kazuo Taira pidió permiso para pasear con su novio a solas.

Los padres estuvieron de acuerdo.

El amo de la casa, el señor Iwaki se retiró a su estudio privado mientras rogaba que todo saliese bien para su hijo mayor.

Su esposa le seguía lentamente.

- Alguna novedad mientras he estado en la corte...

- Ninguna mi señor, he cuidado a nuestro hijo y nuestro palacio...

- Eres una buena esposa... ahora ve a tus labores... y diles a tus doncellas que vigilen a nuestro hijo, no podemos ir más allá del pudor y la dignidad, no quiero tener que lamentar una ofensa.

Él ignoraba las duras palabras de la dama en cuanto a la pureza de su hijo.

Antes de entrar a su estudio dudó un poco.

- Cómo están los demás...

- No tienes que preguntar por gente de baja laya... y menos a tu esposa... si me respetas un poco dejarías de hacer ese tipo de preguntas...

- Sasame...

Ella desapareció en la oscuridad.



El atardecer humedeció las hojas de las plantas y algunos rayos de luz huídos creaban un ambiente mágico.

Iwaki paseaba tranquilamente con su novio.

- Y no se ha sentido solo todo este tiempo viviendo en un palacio tan alejado... no ha querido nunca viajar por el mundo...

- Cuando era muy niño...

"Cuando Katou decía que más allá de estos campos el mundo era ancho y grande y me prometió viajar mucho para mostrármelo"

- ... prosiga, verlo hablar de su infancia me hace sentir bien... quiero que nos conozcamos mucho más, futuro consorte...

Iwaki apenas cubrió un poco su palidez con un destello rosa.

Su novio oficial estaba embebido en su rostro y le acarició la barbilla con el dedo índice.

Quería besarlo.

No podía huir así que se resignó a ser tocado por él.

Lentamente se acercó y unieron sus labios.

Agradable, plácido...

Kazuo Taira estaba satisfecho.

- No puedo creer que podré casarme con usted... es como un sueño...

- Yo siento lo mismo... me honra que me haya elegido.



Katou regresaba con la paja sobre el hombro.

- Ufff creo que con esto será suficiente hasta mañana.

Sawa estaba sentado esperándolo.

- Hum... con ese cuerpo no deberías descuidarte... cualquiera te mordería...

- Basta, Sawa... ahora no deseo bromear contigo...

- ¿Y quién esta bromeando? eres todo un rompecorazones... el pobre Yukihito aún no se recupera...

- Yukihito... ¿qué sucede con él?

- No seas tonto... cómo alguien puede ser tan imperdonablamente distraído ¿no te has dado cuenta?... el pintor anda detrás de ti...

- Tienes que encontrar malicia en todo lo que te rodea Sawa... no tienes remedio...

- Sólo para Iwaki-sama eres perverso y atrevido, los demas somos como muñecos sin alma para ti...qué horrible tragedia...

- Ya deja eso...

- Es en serio, Yukihito está desilusionado y yo que tú me guardaría de acercarme a él, no es bueno herir así a un muchacho tan lindo.

- Lindo... huum, Sawa, hasta ahora ni siquiera a mí me has llamado así. Será que te gusta el lindo pintor...

- No te pongas celoso Katou kun, tengo otros adjetivos para ti que te quedan muy bien. Pero ahora que lo mencionas... me parece una persona muy interesante. Qué malo eres al robarle la paz e ir en pos de otro en su delante.

El pintor apareció en la puerta.

Sawa se puso en pie.

- Creo que debo ir a retocar a mi ama... permiso.

Al pasar al lado de Yukihito le gustó el olor de sus cabellos y la mansedumbre de sus grandes ojos.

- Pintor...

- Estilista...

- Trátalo bien Katou-kun, no quiero escuchar quejas acerca de ti.



Katou estaba algo cortado. Saber que el muchacho estaba enamorado de él y no poder corresponderle le producía un sentimiento de culpa.

Procuró mostrarse amable y no provocar una situación desagradable. Decirle que le veía como un amigo y que se había acostumbrado a él en poco tiempo.

Yukihito entró cerrando tras de sí la puerta corrediza.

Se veía contrariado y diferente a su natural bondadoso.

- Katou kun...

- Yukihito...

- Por que él te gusta tanto... sé que es hermoso... mucho más que yo... pero él sólo tiene palabras duras para tu corazón, en cambio...

Hablar de esa manera era algo que le costaba demasiado.

Katou lo sabía por eso se levantó para calmarlo.

- No debe tratar de comportarse asi, Yukihito.

- Siempre alejándome al tratarme con respeto, me pregunto si le hablará también así a él... o si le llamará por su nombre por que le necesita cerca...

- Le pido disculpas si con alguna actitud...

Yukihito enrojeció y abrió su traje celeste.

Estaba ofreciendo su joven cuerpo a Katou en un acto desesperado por atraerlo.

Su respiración estaba en un hilo.

La rendición inesperada de Yukihito impresionaba al rubio.

Fue hacia él sonriendo ante su porte y hermosura.

- Me gustaría... ser tu dueño, pero... lo lamento...

Cerró respetuosamente los bordes de su ropa y le dio un beso en la frente.

- ... ya sabes cuál es mi respuesta... sólo puedo ser un buen amigo para Yukihito...

El joven se apartó herido.

- ...yo...

Katou le retuvo.

- ... si dependiera de mí... me obligaría a amarte... pero sabes que no podría hacerte feliz... espero que encuentres a alguien que sea mucho mejor que yo...

- Si él no estuviese ¿me verías a mí, Katou?

- Yukihito... ya tienes un lugar especial en mi corazón... quédate en él como un cálido amigo...

- Siempre amable... Katou...

- Prometo no alejarme de ti... y estar cuando me necesites...

- Tu amabilidad me hace daño... me lleva a ti a desearte fuertemente, a hacer cosas que no había concebido antes... ahora debo irme...

El pintor salió y camino rápido muy rápido hasta la sala de los Perfumes donde se elevaba un delicioso olor de las esencias que Sawa liberaba de sus frascos.

Paró justo en medio del enorme cuarto y rompió a llorar.

Sawa sólo atinó a alojarlo en su pecho y dejarlo desahogarse todo lo que necesitase.



Terminadas sus labores, Katou fue a sus aposentos.

La luz de Iwaki no estaba prendida. Cosa rara pues a esa hora solía quedarse repasando sus lecciones, dibujando, o escribiendo sus misivas.

"Será que aún está con su prometido a esta hora"

No quería hacerse ideas. Se imaginaba a él en el lugar de Yukihito escuchando ese "no" simple y claro.

"Él será su esposo, aún puede renunciar a ser mi amo por propia voluntad, yo pasaría a ser de Urushisuki mph... todo está hecho un lío... y yo sólo pensando en cómo tiembla cuando le toco, obsesionado con volver a besarlo"

Antes de ir vislumbró cerca del viejo pozo a Iwaki y Taira besándose.

Sin Sawa que le sujetase fue en contra del viento como huracán.

No se daba cuenta de que quien estaba fuera de lugar era él.

Al verlo aproximarse Iwaki fingio estar disfrutando mucho de ese momento a solas con su novio.

- Pero qué molestia, un criado sin modales es terrible para una casa como la nuestra.

Se mostraba lejano... disfrutanto la tortura y sus ojos eran fríos.

Kazuo Taira asintió.

- Está muy maleducado... deberían tratarlo más duramente. Diga lo que tiene que decir y váyase...

- El padre de Iwaki requiere su presencia...

- Entonces me temo que debemos separarnos, hasta mañana, joven prometido...

- Hasta mañana, señor Taira... le extrañaré.

El tono de voz almirabado que usaba con Taira le enfadó mucho a Katou.



- Bien, te ordeno que me lleves donde se encuentra mi padre - dijo Iwaki

- Él está en el estudio, puedes buscarlo si quieres, pero la cuestión es...

Quedó en suspenso.

- ... tu padre no te ha llamado.

- Qué...

- Yo soy el que no ha soportado verte con él... no creo que sientas lo mismo cuando él te toca...

Iwaki iba a responder duramente cuando el rubio sintió un objeto cruzando el aire y se colocó para evitar que lo hiriese.

La flecha se clavó sobre su hombro.

Katou se interpuso y con firmeza sujetó la muñeca de Iwaki llevándolo a un lugar seguro usándose a si mismo como escudo.

- ¡Katou!

Otra flecha hirió su espalda.

- Ya te dije...

Su tobillo derecho.

- Que mientras yo esté no te sucederá nada...

Iwaki pidió ayuda de inmediato para que los guardianes de Taiyou no Cho fuesen tras los arqueros enemigos.

Katou, desangrado se desmayó a sus pies.

http://noyaoinolife.hi5.com

14Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Capitulo IX Mar Feb 10, 2009 12:21 am

Yukino

Yukino
Natsu.:AdministradoR:.
Natsu.:AdministradoR:.

Distancia




Los guardianes celestes protegían al heredero luminoso de su enemigo invisible.

Iwaki con Katou sobre su regazo le sostenía repitiendo su nombre.

Lo llamaba sin obtener respuesta, su desesperación crecía a medida que pasaba el tiempo...

Las lágrimas del orgulloso Iwaki se deslizaron sobre el rostro del rubio.

- ¡Katou! ¡Katou! ¡Katou!... responde...

Haciendo un esfuerzo, y llevado por la única voz que deseaba escuchar... enternecido por la forma insistente en que decía su nombre, Katou abrió los ojos.

- Iwaki...

Limpió las lágrimas que bajaban hacia él.

- No... no... nunca... ni aunque yo muera tus lágrimas deben caer... Iwaki... yo soy tan pequeño... tan ínfimo... toda mi vida no vale el mínimo de tus deseos... por eso no debes llorar...

Un dedo fino y blanco sobre sus labios.

- No digas que eres...

"tan poco para mí..."


Sigilosos, los atacantes escaparon como si fuesen hechos de viento.

Los jóvenes arqueros que llevaban el simbolo del sol sobre los hombros fueron tras su imaginario rastro.

Iwaki y Katou permanecieron así por un momento.

Katou sonrió

- Volvería a ponerme en esta situación sólo por ver tu rostro de desesperación fijo en mí... por ver la forma en que te preocupas por mi...

- Tonto... cómo puedes pensar en una cosa como esa ahora...

- Por que amo a Iwaki sama... estoy enamorado de ti...

El rubio volvió a desmayarse mientras su amo apenas podía responder, con la huella de tan repentina declaración. Se había quedado atónito por lo que acababa de escuchar.

¿Estaba en un error?

¿Katou... su esclavo acababa de decir algo asi?

"Ese baka está jugando conmigo... ese baka... sólo... ni siquiera tengo que pensar en esas palabras..."

Pero sabía de antemano que no podría ni dormir con la idea de un romance prohibido con el rubio tormento.

Estaba en el momento justo de amar.

Ahora sólo se levantaba e iba tras los jóvenes que llevaban a Katou en la camilla de tela.

Algunas doncellas fueron a cortarle el paso.

- Su madre lo llama.

Recién giró a ver a los arqueros que volvían y lo miraban extrañados de que su señor fuese corriendo tras un esclavo inferior.

Otros sirvientes también lo observaban con curiosidad.

Iwaki se sintió tan trasparente que se avergonzó de su propio proceder.

Y resignado siguió a las muchachas al privado de su madre.

Apenas puso un pie en la sala ella sintió su mirada furibunda.

A Iwaki le atemorizó como cuando era un niño.

Necesitaba un talismán al cual aferrarse.

La imagen de Katou surgió para protegerlo.

El moreno se sintió más tranquilo.

- Deseas que tu madre muera de la vergüenza... no tienes corazón...

- Madre...

- Desesperándote delante de los siervos del palacio por una persona inferior.

- Esa persona que tú llamas inferior salvó mi vida...

- Era su deber, para eso ha nacido... qué crees que lo hace por amor a ti, lo hace por que tiene que hacerlo y nada más... aunque hubiese muerto en tu lugar esas emociones que demuestras son completamente fuera de lugar.

Sólo imaginar la posibilidad de que Katou estuviese muerto hizo a Iwaki realizar un gesto de preocupación.

La madre le examinaba fríamente.

"Cómo he podido dejar que esto sucediese, Iwaki aún no se da cuenta, pero su preferencia por ese esclavo es inaudita"

- Desde ahora te prohíbo que veas nuevamente a Katou, por tu bien y por el suyo... si te le acercas será expulsado de esta noble casa con alguna marca deshonrosa que le impedirá sobrevivir en el mundo exterior. Desde ahora Katou es propiedad de Urushisuki.

- Um...

- Tampoco mencionaremos nada sobre los atentados a tu prometido, un escándalo lo haría regresar a la capital, intentaremos manejar esto con el mayor secreto... tu padre tampoco debe saberlo.

- Pero...

- El se lo diría al invitado con consecuencias catastróficas, guardaremos silencio. Recuerda... tu cercanía con Katou sólo lo llevará a la desgracia, él no tiene nada más que esta casa, no se la arrebates con tu egoismo... estás ya prometido y con fecha de boda, falta apenas un día para que seas el esposo del noble Taira ¿cómo te puedes permitir acciones de esta naturaleza?... ve a tu cuarto y reflexiona sobre mis palabras...

Iwaki se levantó aplastado por el peso de estos razonamientos.

Katou ya no era suyo.

Y no podría verlo si quería por lo menos pensar que se hallaba dentro del mismo palacio.

Al cerrar la puerta de su habitación se derrumbó sobre la cama.

"Katou" "Katou" "Katou"... "quizás todo fue una locura desde el principio"... "yo soy... Iwaki Kyosuke... el heredero de Taiyou no Cho"


---------------------------------------------------

El rubio estaba dormido.

Recordaba una escena de su infancia.

Él llevando sobre su espalda a Iwaki quien se había doblado el pie en una caída.

- ¡Duele...! ¡Duele mucho!

- Shhhhhhhh ya estamos volviendo a casa...

- ¡Pero duele mucho!

Katou bajó momentáneamente a Iwaki.

- Confía en mí... dejará de doler.

Besó su herida.

- ¿Mejor?

Las mejillas de Iwaki estaban como dos manzanas.

- Um...

Katou sonrió y sin pensarlo le besó.

- Sé valiente, falta poco.

- ¡Hai!...

"De modo que ese fue nuestro primer beso... Iwaki..."

Abrió los ojos pronunciando ese nombre, llamándolo.

Estaba en la sala de invitados.

El doctor fingió no haberlo escuchado, pero Sawa sonreía (adoraba el romance entre Iwaki y Katou), Yukihito miraba hacia un lado contrariado y Urushisuki le tomaba de la mano.

- Uru-chan...

- Estás fuera de peligro... ahora todo está bien.

- Iwaki no vino con ustedes...

El joven hizo brillar sus ojos movido por los celos.

- Él no tendría por qué estar aqui... ya no tenéis ningún lazo.

- Cómo...

- Ha renunciado a ti por propia voluntad... ahora eres de mi pertenencia.

Katou intentó levantarse pero no pudo.

- Eso no es cierto...

- Claro que sí... eres mi esclavo... Iwaki se casará pasado mañana y se irá a la capital con el señor Taira... así son las cosas...

El doctor discretamente se retiró con sus ayudantes.

- Hasta que no lo escuche de sus propios labios no lo creeré.

- Debe haber una explicación a todo esto - dijo Sawa.

- No me desafíes, Sawa - cortó Urushisuki - sólo eres el estilista de mi madre... no creas que eres insustituible en esta corte.

- Iwaki sama no haría algo así - murmuró el pintor Yukihito de forma casi inaudible.

- Yukihito... gracias - dijo Katou sonriendo - yo confiaré en Iwaki hasta el final.

Urushisuki volteó el rostro.

- Qué criado más terco... si te le acercas Iwaki será abandonado por su prometido, y la casa se fundirá en las sombras ¿puedes condenarnos a todos de esa manera egoísta?

Las palabras del hermano menor sonaban terriblemente razonables.

--------------------------------------------------

Iwaki ordenó a sus nuevos esclavos que dejen entrar al recién llegado.

- Urushisuki... hermano menor.

- Saludos a mi hermano mayor... heredero del Taiyou no Cho... prometido del señor Taira Kazuo.

Esta última parte la pronunció con mucho énfasis.

- Qué hace que mi hermano venga a visitarme a estas horas.

- Seré directo y firme. Aléjate de Katou, puede que mi madre ya te haya hablado, pero yo tengo otros métodos más crueles para hacerte entender lo que es un amor imposible...

- Urushisuki... tú eres quien está detrás de todo esto.

No respondió.

Se quedó mirandolo con aire de superioridad.

- Por culpa tuya Katou está herido... sólo sabes hacerle daño, ese bello esclavo sufre demasiado por ti... sabes que es lo peor de todo... que ni tu pobre y frío amor no vale la pena para que él se arriesgue tanto... eres tan egoísta... en cambio la forma cálida y ardiente con que yo le amaré le hará olvidar facilmente a su antiguo señor.

Iwaki se levantó amenazante.

- Ohhhh nunca te había visto enfadado... hermano mayor... será que la pasión si existe en tu interior... ahora ve... ve a vivir la vida que ya está establecida desde tu nacimiento, deja a Katou libre...

Urushisuki se levantó y luego de inclinarse se retiró.

El moreno sentía una rabia terrible contra él.

"No hay forma... de que Katou se enamore de un chiquillo tonto..."

Sonrió tristemente.

En esas tinieblas aún pensaba en él.

http://noyaoinolife.hi5.com

15Taiyou no Namida - Haru wo Daiteita Empty Capitulo X Miér Feb 11, 2009 10:52 pm

Yukino

Yukino
Natsu.:AdministradoR:.
Natsu.:AdministradoR:.

Sólo escúchame a mi.....



Un haz de luz entraba por la persiana de suave bambú y al bajar acarició el rostro de Katou con su frescura y radiante brillantez.

Los ojos del rubio se abrieron dejándole entrar, despertando a un nuevo día.

Abrazado a su cintura, Urushisuki descansaba aún con una sonrisa a flor de labios.

Katou al verle pensó que era Iwaki quien había dormido sobre su pecho e hizo un movimiento brusco.

- ¡Iwaki!

Urushisuki se despertó frotándose los ojos con las manos.

- Buenos días, Katou-kun...

Éste se dió cuenta de quién era y fue hacia el otro lado del futón.

- Uru-chan... no deberías dormir aquí...

El muchacho lanzó una breve carcajada.

- ... qué gracioso... si eres tú el que está en mi habitación.

Katou miró los ricos detalles de las paredes y el tocador. Efectivamente había dejado el cuarto de invitados y se hallaba en la misma cama del joven Urushisuki.

- ¿Cómo he... qué he...? Yo... me he atrevido a...

El de cabellos negros le guiñó un ojo

- Para haber estado herido de gravedad anoche has hecho lo que has querido conmigo...

Mordía la sábana blanca mostrando la parte superior de su cuerpo desnudo.

El rubio sintió un tremendo dolor de cabeza que no le permitía regresar en sus recuerdos. ¿Estaba en lo cierto el hermano menor de Iwaki?

"No hay forma de que haya sucedido"

- Me tomaste por sorpresa. Diría que casi ha sido un ultraje. Nee, Katou -kun, la próxima vez sé más delicado con mi cuerpo... así lo disfrutaremos más.

Katou empezó a dar vueltas por el cuarto.

Le pareció haber pronunciado muchas veces el nombre de Iwaki. Luego veía el rostro de Urushisuki acercándose a él.

Sólo había una manera de saber la verdad.

- Uru-chan... entonces... has visto ya la marca de nacimiento que llevo...

El joven se sonrojó asintiendo.

El esclavo fue esta vez quien se permitió sonreír.

- Pequeño mentiroso... no tengo ninguna marca de nacimiento... caes tan fácilmente...¡Estás intentando engañarme!

Urushisuki, pillado en su mentira intentó impedir la marcha de Katou abrazando sus piernas.

- Te diré que sucedió, pero por favor, quédate un momento más... siéntate a mi lado.

Obedeció intrigado Katou y dócilmente volvió al futón.

- Anoche viniste suplicando ver a Iwaki. A pesar de tus heridas necesitabas hablar con él. Supongo que querías preguntarle si era cierto que ya no eras de su propiedad. Viniste a mí confundiéndote en medio de la oscuridad. Cuando te abracé para tranquilizarte caíste quedaste dormido... eso es todo...

- De modo... - el rubio se mordió el labio -... que eso fue todo...

- Tanto... - su nuevo amo se contuvo por un momento - ... tanto así lo amas.

- No me atreveré a decir nada que puedas usar en su contra.

Urushisuke cogió las muñecas de Katou y se extendió tan hermoso como era sobre él.

- Si eso es lo que necesitas puedes tomarlo de mí. Soy igual a Iwaki. Mira mi piel cuán diáfana y cristalina es... mira mis ojos negros y profundos... mis cabellos azabaches como los suyos... mi cuerpo fragante... todo lo que tienes a tus pies... incluso si lo deseas... puedes llamarme "Iwaki"

Ante lo que consideraba un insulto, el rubio se irguió enfurecido.

- Nunca... nadie... podría reemplazarle... ni siquiera tú... Urushisuki.

Fue tan grave y apasionada su voz al decirlo que el muchacho la sintió latir en su corazón.

El puño apretado de Katou acompañaba el gesto de un rostro con determinación de acero.

- No deberías ofrecerte de esa manera Uru-chan... no importa cómo lo digas... no puedo complacerte...

- ¡Olvidas quién es quién!... eres mío... tendrás que comprenderlo de una manera u otra... Katou... Katou... hazlo mas fácil para los dos... pues sea en mi lecho o bajo el látigo de mis hombres tendrás que doblegar tu fogoso espíritu... y si fracaso...

Esta vez fue el segundo hijo varón del Taiyou no Cho quien hablaba.

- ... si no lo logro morirás. Te prefiero muerto que a su lado... no lo soportaré.

- Entonces moriré con una sonrisa en los labios, Uru-chan.


Todos los sirvientes vieron a Katou salir de la recámara del joven Administrador de la casa.

Hubo un enorme revuelo en el palacio.

Kuchiko y Michiko, la cocinera y el ama de llaves respectivamente, temiendo la reacción de su ama intentaron acallar los rumores.


Iwaki, intentando encontrar un momento de tranquilidad fue a su magnífico vivero.

Envió a sus criados por las flores más frescas para realizar un arreglo de bodas.

Ellos volvieron de inmediato con su pedido conversando en franca camaradería.

- Siempre dije que era super irresistible... acaba de pasar a manos de Urushisuki y ya le ha seducido... ¡Katou kun es genial!

- Dicen que aún estando herido de muerte le ha complacido en todas sus exigencias... qué resistencia inhumana para el placer...

Ambos jóvenes se encontraron con la mirada furiosa de Iwaki que los hizo callar.

- Amo...

- Idos... ¡Retiraos!

- Um...

Sólo escuchar su nombre le había puesto a temblar.

"Aunque se atrevan a decirlo de ese modo no puedo creerlo. No es verdad. Yo sé que no es verdad"

Se apoyó sobre el tablero dando un suspiro de paloma y rozó con sus dedos una azucena.

Sintió la longitud celeste de su tallo y se reconfortó en la perfección de la naturaleza.

- ¿Son relajantes las flores y sus esencias esta mañana, onichan?

Urushisuki, vestido ya con su traje color azulino saludaba formalmente a su hermano.

- Buenos días, heredero del Taiyou no Cho, hermano mayor Iwaki Kyosuke.

- Buenos días, hermano menor, Iwaki Urushisuki...

- Oh no seamos tan ceremoniosos, nadie nos está viendo ahora... no hay por qué fingir...

- Tú...

- No discutiremos por hoy... me siento tan terriblemente cansado... no he podido dormir en toda la noche y tú sabes a qué me refiero...

Colocó la mano sobre un delicado bostezo.

Iwaki sin darse por aludido prosiguió enlazando las flores.

- ... um... Katou es endemoniadamente sensual... tan erótico... cuando te toca... sólo te queda entregarte a él... tiene un delicioso veneno en la piel...

El heredero dio un golpe en la mesa.

- No te preocupes... cuidaré bien de él... lo haré mejor de lo que puede hacer un hombre perfecto y frígido como tú...

Iwaki no deseaba cometer ninguna locura como perder los papeles en su presencia.

- ... sabes oni-chan... es toda una experiencia sentir el aliento de Katou en tu oído y escuchar tu nombre... anoche... repitió el mío una y otra vez... sólo mi nombre...

Con la mano derecha Iwaki ahogaba sin darse cuenta a la azucena que antes acariciaba.

-... no te alteres... entiendo que te tomó años intentar domar a ese potro salvaje. Que yo lo haya logrado en una noche con el poder de mi belleza te pone celoso. Dicen que nos parecemos mucho sin embargo es evidente que soy mejor que tú en todo concepto. Mi único error fue no haber nacido primero... pero lo puedo reparar... ya te lo he dicho, Iwaki, algún día iba a regresar de mi exilio y te iba a quitar cada una de las cosas que amabas... todo será mío...

Iwaki estaba a punto de responder cuando llegó el señor Taira.

- ¡Taira san!

Urushisuki corrió a recibirle familiarmente haciendo sonreír al prometido.

El heredero al verlos se sintió inferior a él.

- ¿A dónde va, Iwaki-sama?

- Me siento... ligeramente indispuesto... perdone... futuro consorte...

-----------------------------------

Katou estaba impedido de moverse, sin embargo se deslizaba por los almacenes hacia el pabellón de Iwaki.

Se encontró con alguien.

- ¡Sawa!

- ¡Katou-kun!... tamaño desobediente.. cómo te atreves a salir de la cama luego de lo que sucedió ayer...

- No es nada... necesito... ver a Kyosuke...

Los ojos de Sawa se mostraron comprensivos.

- Te cubriré...

El pintor Yukihito apareció e iba a decir en voz alta el nombre de Katou.

Sawa le cubrió los labios para evitarle ese error.

- Shhhhhh está ocultándose...

Tanto Yukihito como Sawa se sonrojaron al ver la posición en que habían quedado.

- Katou... no debe usted moverse - dijo por fin el pintor.

- Quiero escucharlo de él...

- ¿Va usted a hablarle de los rumores en torno al joven Urushisuki?

- ¿Cuáles rumores?

Sawa se cruzó de brazos.

- Ni siquiera lo sabes... te vieron salir de su recámara esta mañana...

- Iwaki... él debe estar pensando que... no puedo dejar las cosas así.

- Heyyyy Katou... espera... que te van a ver... diablos, es tan terco...

Yukihito le miraba alejarse.

- Es capaz de todo ello por su amor...

- Yo haría mucho más por ti... Yukihito - susurró en voz baja Sawa yendo a ayudar al esclavo rubio.

--------------------------------------------------

Bajo la cascada de piedra, cubierto sólo por su tranparente camisa, Iwaki sentía las gotas correr por su cuerpo.

Cuando pasaban por sus ojos parecían ser lágrimas de cristal.

"Por qué tiene que doler tanto..."

"¿Es la prepotencia de Urushisuki?"

"No no lo es... quema... fulgura... es una estrella incandescente que desaparece... hiriendo mi pecho"

Con el rostro elevado hacia el cielo, combinando la belleza de su piel con el agua pura que lo enjoyaba, Iwaki intentaba liberarse de la tristeza que se apoderaba de él.

Katou se quedó mudo al verlo.

Contuvo su aliento ante la maravilla de su hermosura tan abiertamente entregada al torrente.

Más deslumbrante que ninguna joya, el riachuelo lograba poner en relieve lo más apetecible y adorable del heredero.

"Ni en mis más secretos deseos estuvo vivir un día como este... Kyosuke..."

Éste se giró encantador sacudiendo sus cabellos.

Sólo se detuvo cuando vio a Katou contemplándolo.

"Es él... es él..."

"Por favor no hables... no digas nada... desvanécete... no me atormentes más"

Katou se internó en el agua.

- Kyosuke...


Urushisuki tenía razón.

Cuando Katou pronunciaba su nombre en medio del silencio, su voz era capaz de atravesar todas las distancias.

- Kyosuke... es mentira... lo que hayas oído es mentira... no he tocado a Ur...

- ¡Calla!... inconsecuente... acaso he preguntado yo por aquellos rumores... sólo sed más discretos... esperad a mis bodas...

Ese grito era la violencia de sus celos mal disimulada.

- Escúchame... necesito que me escuches... que creas en mí...

- Qué importancia podría tener eso... para alguien como yo...

Katou lo ciñó a su propia cintura sujetándole con fuerza.

- Ya he dicho... que estoy enamorado de ti...

Iwaki intentó resistirse en vano a sus palabras, a su brutal seducción, a la belleza del momento.

- No me insultes con esas palabras... deja ya de jugar conmigo... deja de...

"¿Acaso tengo fuerzas para impedir que me bese... para intentar siquiera alejar sus labios?"

"Tócame... no te alejes más... si dura el breve suspiro de un ave... o toda mi vida... por una vez... quiero sentir plenamente tu amor prohibido sin fingir que te desprecio..."

El agua seguía rozando sus cuerpos y desatando sus apasionadas caricias.

- Iwaki... créeme - decía entrecortado por los besos Katou -... sólo eres tú... sólo tú... no creas en nada más... confía en mí... vine sólo por que quería escuchar la razón por la cual me cediste a él... pero apenas te vi... supe que era por que no tenías otra opción... yo confío ciegamente en ti... yo creo plenamente en ti... por favor... confía también en mí...

- ... Katou... Urushi...

- ... no digas el nombre de otro, cuando estoy contigo... no... no ha sucedido nada... anoche te estaba buscando... estaba llamándote... pensé que iba a morir... por eso fui en tu búsqueda... perdóname por no llegar a tu lado.

Inesperadamente Iwaki le abrazó.

- ... gracias a Dios...

http://noyaoinolife.hi5.com

Contenido patrocinado



Volver arriba  Mensaje [Página 1 de 1.]

Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.